Bueno, pues si os lo cuento, no lo creereis.
No se si reir o llorar.
Bueno, sí lo sé: voy a reírme, faltaría más.
Después de trabajar en las pruebas de imprenta que me mandó mi Editorial...descubro que me había equivocado al enviarles el archivo de la novela, y les había mandado la primera versión, mucho más breve e incompleta que la que se publicó en Madrid en 2005.
El fiasco lo noté ayer, a primera hora de la mañana, cuando extrañada ante lo que leía, eché de menos algunos pasajes cruciales y cotejé el libro de prueba que corregía conb la edición publicada el año que os digo.
¡¡¡HORRORRRRRRRRRRRR!!!
El disquete que tenía, era ya ilegible en las disqueteras que tenemos en los ordenadores de casa. En un establecimiento especializado tampoco consiguieron nada, pero al fin, en uno lo pudieron abrir y copiarmelo en un lápiz de memoria mío.
Pero no sirvió de nada: era la misma versión de 65 capítulos, en lugar de los 73 que tiene la versión definitiva.
No me quedó más remedio que confesarle el lío a la Editorial. Me trataron con comprensión. El editor, genial.
Aquí no ha pasado nada..., salvo que despues de tanto trabajo YO NO HABÍA HECHO NADA.
¡Hala, Sísifina! (lo digo por Sísifo, del cual soy versión femenina) ¡A empezar de cero!
Llevo como loca desde ayer, y hoy todo el día, con dos atriles sosteniendo los dos libros que he de cotejar, un montón de folios y ur rimero de bolígrafos, más el ordenador. Porque me he comprometido a trabajar sobre el archivo digital.
Para colmo no sé si cambiarle el título a la novela. Estoy volviéndome loca de remate.
Así es que...estaré casi desaparecida un tiempo...
¡No me olvidéis!
¡Ah! ¿Qué os parece este otro dibujo?