
La noche ofrece un regalo:
el sueño, que nos conforta,
que nos regenera el alma
y nos disipa las sombras
que las penas van dejando
como una amarga derrota.
Es un obsequio de vida,
pero es raro quien lo nota
pues que todo lo ignoramos
de aquello que más importa.
Pues sí, querida Rosa. La noche también puede ser un bue regalo.
ResponderEliminarEl regalo de los sueños, de los suspiros, de los susurros, de los destellos de luna, del silencio y la meditación de los besos y abrazos... ¡Ay! cuántas cosas buenas nos puede regalar la noche.
Precioso y buen poema, amiga.
Besos. María.
Aunque aveces es ese regalo, los sueños bonitos dan cuerda a las esperanzas.
ResponderEliminarUn saludo.
suele pasar..hasta q se pierde
ResponderEliminarEl sueño engalana las noches, amiga Rosa. Y tu lo haces, con ese bonito poema.
ResponderEliminarUn abrazo,
Luis.
Ay, si no fuese por ese regalo... cómo tendríamos la cabeza...
ResponderEliminarBien cierto, cuanto se necesita y se extraña cuando no se consigue. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarBien cierto, cuanto se necesita y se extraña cuando no se consigue. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHay mucha razón en lo que dices.
ResponderEliminarA veces no nos paramos a valorar las mejores cosas que tenemos: el sueño, un buen libro, una charla amena... Las mejores cosas de la vida apenas cuestan dinero.
Un saludo.
Hola,Rosa.
ResponderEliminarA mí me encanta la noche,mi hora de las brujas, su paz y su tranquilidad.
Solía escribir de madrugada casi siempre.
Un abrazo.
Cuando viene la noche, yo me voy al cielo de los pobres y los gandules, ja, ja, la cama. Y en el cine de las sábanas veo cada día una película nueva.
ResponderEliminarBesicos, Montserrat
A mí también me gusta la noche. Todo es distinto, incluso el dolor de muelas es más intenso...
ResponderEliminarSaludos.
María, la noche es un paréntesis, al menos, una tregua en la lucha diaria. El cerebro se ordena, los problemas insolubles se allanan...
ResponderEliminarYo encuentro en ella un oasis de sueños, menos cuando me acosas los terrores nocturnos jajaja
Besicos
Unai,tienes razón en cuanto a lo esperanzadores que pueden llegar a ser algunas fantasías oníricas.
ResponderEliminarYo veo la noche como una oportunidad de recapitular sobre hechos recientes o incluso como un momento en que se puede recurrir al pasado para buscar en él las claves necesarias para la resolución de conflictos recientes.
A veces, la noche es calma y perfume de jazmineros... entonces es paraiso también.
Noelplebeyo ¿qué has perdío tú, criaturica de Dios? jajaja
ResponderEliminarEstos cartageneros...porque creo que eres de Carthago Nova, o Qart Hadast ¿me equivoco?
Críptico y drástico en tus comentarios, me intriga tu pensamiento que no capto en su extensión.
Un saludo y una sonrisilla
Luis, siempre me ha parecido que el sueño es igualador social: lo disfruta igual el rico que el pobre, el guapo que el feo, el afortunado y el desafortunado tienen en él el mismo descanso...y son iguales en algo.
ResponderEliminarUn saludo
ARO, si no fuera por el sueño el ser humano enloquecería.
ResponderEliminarAhora se han descrito propiedades del sueño insospechadas jajaja hasta sirve para guardar la línea...
En el Bosque de Cádiz
y en la Chimbamba
el que duerme disfruta
de buena gana.
Que el sueño alivia
nuestra fatiga,
por eso, Noche Dulce,
eres Amiga.
emejota, a mí me ataca el insomnio de vez en cuando, entonces me sumerjo en la lectura y, como la cosa se prolongue, soy capaz de embotellarme un novelón decimonónico entero jajaja
ResponderEliminarPero...
No hay mejor cosa en el mundo
que dormir como un lirón,
que dicen que duermen mucho
¡mira tú qué bendición!
Cayetano
ResponderEliminarCon la crisis
buscar placeres sencillos
es decir, placeres sanos
que no mermen el bolsillo,
es cosa más que juiciosa,
no me negará ese extremo,
por ende, dormir bastante
no es cosa que sea de memos,
porque es un gusto barato
si no se duerme en Hotel
de cuatro o de cinco estrellas
que creo ya sabe usted
que cada ronquido sale
por un pico, y hay que ver
qué durmiendo ni te enteras
de ese lujazo ¡pardiez!
Paqui, yo soy de ritmo diurno. Madrugo como los pollos jajaja, escribo muy de mañana,por la noche no sirvo más que para dormir y admiro a quienes pueden trasnochar. Yo no sirvo.
ResponderEliminarSé que a esas hioras hay quiénes se encuentran mejor para escribir o estudiar, pero yo...si te contará... jajaja, ya te digo, como los pollos: madrugar mucho, trasnochar poco.
Un besico
Montserrat, yo tenía una niñera que hablaba del "cine de las sábanas blancas", buena metáfora que tú me has recordado, para referirse al espacio de sueños que es la noche. Lo malo es que mis películas suelen ser de terror, pero de terror terrorífico de verdad jajaja
ResponderEliminarUn besico
Ulises, jajaja, me has llegado al alma con eso del dolor de muelas...
ResponderEliminarPor cierto, en tu odisea escolar hablas de miradas vacías en 1º de bachiller. A mí me ocurre lo mismo con mis grupos, sobre todo a primera hora de la mañana, aunque no creo que el dato de la hora sea significativo..se me ocurre...¿no será que son lotófagos?
Será un regalo la noche para los sueños, pero es un verdadero infierno para los insomnes...Cómo yo a veces...
ResponderEliminarPrecioso poema
Besicos amiga.
Pues yo así lo veo Rosa; la noche es un desahogo para el alma, un descanso para nuestra mente pues deja los problemas aparcados.
ResponderEliminarLo malo viene después, cuando despiertas, porque en la noche nadie se ha llavado los problemas.
Un beso Rosa
Hermoso poema en su sencillez y lleno de sabiduria. La noche nos envuelve y nos trasporta a través de los sueños a otra vida a veces mucho más placentera que esta.
ResponderEliminarUn abrazo.
La noche es un regalo para soñarla, para vivirla, no para soportarla.
ResponderEliminarBesos de una noctámbula que ama la madrugada
cabopá, a mí también me ataca el insomnio de vez en cuando, y lo mato yo a él leyendo, hasta que veo que va de vencida y yo de vencedora.
ResponderEliminarUn besico
Princesa 115, es cierto lo que dices, pero hay un antiguo consejo: consultar con la almohada, y es que la mayor parte de las veces el mecanismo del sueño nos trae la solución a problemas que parecían irresolubles cuando nos metimos en la cama, angustiados y hechos un verdadero lío...
ResponderEliminarOtras veces, tienes razón, el mismo dolor que nos angustiaba está ahí cuando despertamos, como el dinosaurio del microcuento de Augusto Monterroso. Es la vida. Pero al menos hemos hecho un paréntesis para recuperar energías.
Carmela, eso que dices es lo deseable. Yo suelo entregarme al sueño confiada, pero muy frecuentemente me trae el dudoso regalo del terror.
ResponderEliminarSin embargo, hay otras veces que me trae cosas de risa jajaja y es estupendo.
Un besico
Mercedes, eres noctámbula... yo la verdad es que me duermo sin remedio a partir de cierta hora y no muy tardía precisamente jajaja
ResponderEliminarpor eso creo que no sirvo para las fiestas...jajaja
Un abrazo
¿Qué tiene que ver la noche
ResponderEliminarcon el sueño?
¿De qué sueño habla el poeta?
¿Del sueño ausencia?
¿Del sueño presencia?
Pesadilla o cuento de hadas.
Cansancio aliviado
sin dormición ni sueño.
La imaginación trabajando,
auparse cansado.
Ya antes se dijo
Sueños son los sueños
¿De quién? ¿De los que muertos sueñan?
De los que sueñan y no duermen
Perdón
Ruy, un poema críptico, hermético el tuyo. Tus interrogantes interpelan al sentimiento, a la ausencia y a la presencia en paradoja que sugiere un pesimismo existencial de base.
ResponderEliminarNo pidas perdón por ello.
Un saludo