Contra el pesimismo que nos acecha, dadas las circunstancias adversas que nos rodean, se me ocurren algunas frases para combatir el desánimo:
Cada día, a pesar de todo, tiene su pequeño paraíso. Piénsalo, seguro que hay algo bueno que has encontrado a pesar de los pesares.
Mira la hermosura de estos árboles que he fotografiado; estas maravillas existen en el mundo, en tu mundo.
Procura no hundirte; quizás eres la tabla de salvación a la que alguien espera agarrarse para que su ánimo no se vaya a pique.
Me gusta esa postura. Llevo buena parte de mi vida intentado ir a dormir cada día pensando en que ha habido algo bueno o positivo. Con frecuencia cuando una puerta se nos cierra, no vemos la ventana que se nos abre.
ResponderEliminarLos tiempos son difíciles y decir constantement noticias malas como hacen los medios, no ayuda puesto que simplemente señalan, sin dar un paso. Cada día hay hay noticias buenas: niños inventores, avances en medicina, un nacimiento, una empresa que se crea con los mejores propositos de llegar a final de año, como el tendero que cada día sube la persiana con la esperanza de hacer caja para poder ir tirando.
Un abrazo!
A aquellos que están sumidos en un pesimismo atroz, solo se les puede arreglar su situación, solventándole su problema con la hipoteca, dándole un trabajo, para el o para sus hijos o etc....
ResponderEliminarUn abrazo.
Manel, eso que intentas es algo que debemos intentar todos: pensar en lo bueno que existe, sin duda, en medio de este caor moral que parece cercarnos. Pero reconozcamos que es difícil, porque pensar en aquellos que se ven en la calle...¡es terrible!
ResponderEliminarUn abrazo
Emilio Manuel
ResponderEliminarEs verdad, es verdad...¡Y cuánto me gustaría poder resolver algunos de esos terribles dramas propios y ajenos! Pocas familias se ven a salvo de estas situaciones injustas, situaciones que de incluso acarrean en algunos casos auténticas tragedias...
¡Quién pudiera tener en la mano solución para tanto dolor!
Un abrazo
Rosa, desde luego que es tremendo todos los problemas que existen y nos dicen los medios de comunicación, creo que las huelgas no ayudan mucho, pero estar parados tampoco.
ResponderEliminar¿Cúal es la solución?
Los árboles de tu fotografía son extraordinarios, la belleza de la naturaleza siempre nos sorprende.
Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.
Estamos conectadas al mismo tiempo, Jajaja...
ResponderEliminarOtro abrazo.
Palabras requetebonicas. Nos gusta la filosofía de esta entrada, Rosa. Las meteduras de pata de los que manejan el cotarro, y las machaconas noticias de los telediarios no pueden chafarnos el ánimo; así que suscribimos lo que dices. Ya sabes que mi Fuensanta y yo también intentamos combatir la mala follá, en nuestro caso con humor.
ResponderEliminarAbrazos fuensantoneros.
Ante el pesimismo, miro a mi nieto. Cada mañana le abrazo y pienso en lo bonita que es mi vida cuando amanece a pesar de todo, del equipaje desagradable con el que tengo que caminar. En ese camino, él es la sonrisa en mis labios.
ResponderEliminarHay muchos motivos y cosas que nos levantan el ánimo, solo hay que mirar bien.
Besos Rosa, con todo cariño.
Me alegra tu regreso, espero que estos días te hayan servido para relajarte y reponer fuerzas. Un beso grande
ResponderEliminarAsí me gusta, OPTIMISMO ante todo.
ResponderEliminarYo por ejemplo soy bastante como dice mi marido, de ponerme la tirita antes de hacerme la herida
:(
Buena frase, ¿eh?
Besos
Y piensa además que lo más bonito de la vida es gratis, como el amor, el afecto, la amistad, ver volar un pájaro, dar un paseo bajo los árboles...
ResponderEliminarUn saludo.
Rosario
ResponderEliminarYo no veo la solución, y lo peor es que parece que nadie la ve. Por eso, lo único que nos queda es apoyarnos en el optimismo de los que, con buen corazón, son también más fuertes de ánimo.
Me produce horror la alegría de los que se están beneficiando, sin escrúpulos, de la desgracia de la mayoría.
Un besico
Fuensanta y Antón
ResponderEliminarEs verdad que leer los periódicos o vel las noticias en los telediarios da espanto, pero la otra alternativa (meter la cabeza en el agujero, en plan avestruz) no es tampoco razonable.
El humor es a veces una tabla de salvación, aunque para algunos sea imposible agarrarse a ella; pobrecicos.
También a veces a través del humor se denuncia la atrocidad de la injusticia.
¿Qué está pasando? Más humor y más amor sería una buena receta para arreglar este caos.
Un abrazo
Arantza
ResponderEliminarLa niñez es un espacio de inocencia; mirar a un niño ayuda mucho, aunque también apena ver el mundo que se van a encontrar, injusto, cruel, despiadado...
Sin embargo, hay que mantener la esperanza como sea, por ellos.
Un besico
Francisca
ResponderEliminarSí ha estado bien. Un paréntesis en las preocupaciones, que sin embargo aguardan al regreso.
Un besico
Amig@mí@
ResponderEliminarOptimismo...estado del ánimo deseado y deseable. Ojalá fuese mi modo de ser. No lo es. Sin embargo, hay que sacar fuerzas de flaqueza por cuantos nos rodean, y no perder nunca la perspectiva de la belleza de muchas cosas, aunque el hielo amenace con congelar el corazón.
Un besico
Cayetano
ResponderEliminarLo mejor de la vida es gratis, pero el dinero es hoy en día conditio sine qua non para acceder a los bienes de supervivencia.
Pero está bien pensar en la gratuidad de lo más excelso, porque a este paso...como no nos va a quedar un euro suelto... jajaja, o lo que es gratis o nada.
Un saludo cordial
Rosa Reflexiva esta entrada en los tiempo que transitamos más personas caen en esta situación lo peor del caso que alguna termina con su vida por el miedo a la situación.
ResponderEliminarSaludos desde Abstracción texto y Reflexión
Tienes razón, amiga Rosa; no debemos dejarnos vencer por el desánimo. Siempre tendremos algún motivo para dar gracioas a Dios cada día.
ResponderEliminarUn abrazo. María
AMIGA ROSICA, SI NOS PONEMOS A CONTAR
ResponderEliminarCADA UNO LO QUE NOS ( JODE...)
AQUI NO VAMOS A PUBLICAR NUESTROS PESARES, QUE SON ¡¡¡MUCHOS !!!
CADA PERSONA , NO SE TE OLVIDE,
TENEMOS UN MONTON DE PROBLEMAS,
UNOS QUE SE SE SABEN Y OTROS , QUE NO...ESTOS RINCONCICOS SON PARA
ALEGRARNOS UN POQUILLO CON LOS AMIGOS Y MAÑANA ¡¡¡ DIOS DIRÁ !!!
¿ QUE TAL LO HAS PASADO EN TUS VACACIONES VIAJERAS ?
DE MI , TE DIRÉ QUE ESTOY UN POCO POCHA, DE LA SALUD, CLARO,LA HERNIA DE EDIÁTO ME VISITA TODOS LOS DIAS,
NO QUIERE SEPARARSE DE MI NI UN INSTANTE ¿ QUE TE PARECE ?
PUES ¡ ALE! VENGA,NO SEAMOS PESIMISTAS Y COMO TE HA COMENTADO,
MARIA BOTE ¡¡¡MAÑANA DIOS DIRÁ !!!
UN BESO PARA TI EN ESTA MADRUGADA.
CONCHITA,
Olé y olé, Rosa.
ResponderEliminarEstar alertas contra el desánimo, intentar ver lo bueno que nos ofrece la vida, nos evita paralizarnos en los mil y un pensamientos negativos que sólo consiguen acabar con nosotros mismos.
Estamos mal, sí, muy mal; pero peor estaremos si nos entregamos llorosos en los brazos de la desesperación. El optimismo cuesta en estos tiempos sombríos, mas hemos de intentarlo, por nuestro propio bien y porque es revolucionario, ya que implica resistencia frente a quienes nos pisan sin misericordia.
Recibe un fuerte abrazo y que no decaiga el ánimo.
José Ramón
ResponderEliminarTienes toda la razón, por eso, precisamente por eso, creo que debemos ser tabla de salvación siempre que podamos, una cosa que a veces consiste en escuchar los lamentos, justificadísimos en estos tiempos, de quién se aproxima a nosotros siquiera para desahogarse...y ojalá pudíeramos remediar algo.
Un abrazo
María
ResponderEliminarComo tú dices, siempre hay que dar gracias a Dios, aunque sea por poder respirar. Si todos nos hundimos...quién podrá tender una mano...
Un besico
Conchita
ResponderEliminarNo hay nadie tan animosa como tú; siempre tienes buena cara y una sonrisa dispuesta. Además, transmites entusiasmo por tus paisajes queridos, y eso te enaltece y contagia felicidad.
Y eso que dices es muy cierto: aquí no vamos a contar penas, que si empezáramos...
Francisca me pide tu dirección, se la daré encantada.
un besico
Isabel
ResponderEliminar¡No sabes lo que he disfrutado con tu libro! Y sé seguro que eres persona que irradia ánimo fortaleza de espíritu, que buena falta nos hace a todos en esta amarga etapa, porque, cómo viene el periódico, hija mía, que da miedo leerlo...
Siempre me alegra tu visita
Un besico