domingo, 29 de abril de 2012

Estelas en la mar

"Caminante no hay camino,
sino estelas en la mar"

Eso dijo Antonio Machado.


Pero yo digo:

¡Qué belleza la de las estelas en la mar cuando nos asombran con la belleza del blanco purísimo de sus espumas...!

domingo, 22 de abril de 2012

Poema anónimo




No me quieres mirar, porque sospechas
que tengo de rencores llena el alma,
piensas que las injurias de aquel día
las llevo allí guardadas.

¿Sabes tú lo que dura lo que escriben
los niños en la arena de la playa?
Mírame bien, las olas del olvido
también entran cantando por mi alma.

Y al retirarse el mar, queda la arena
tersa, esponjosa, blanca,
para que escribas tú lo que quisieras.
¡Ven sin miedo a mi playa!


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Este poema lo encontré en un papel depositado en un banco. Realmente NO ES MÍO,
así que no me atribuyo el mérito que tiene, que me parece indudable.

¡Qué bonito es encontrar poemas por la calle!

Una vez encontré uno en Granada, y no lo he olvidado.

Este poema lo hallé en Orihuela, tierra de poetas ¿Cuál lo compondría?

jueves, 19 de abril de 2012

Coplilla a la sonrisa de las mujeres




Un óleo de flores que pinté hace años para compartir con vosotros... Y la coplilla anunciada.

Recuerda: si tú sonríes
serás cada día más guapa.
¿No has visto el rayo de sol,
que hace bella la mañana?
Pues igual es tu sonrisa,
que hace preciosa tu cara.

Rosa Cáceres

domingo, 15 de abril de 2012

Pequeño reportaje de mis impresiones el día del Premio At Fontes


Como ya os dije, me ha sido concedido el Primer Premio de Narrativa "At Fontes" de la Cueva Negra, de Fortuna.
Las fotos no son muy buenas, que digamos, pero no me resisto a compartir con vosotros lo que fue más o menos la tarde de ayer.




Aquí estoy con mi marido, Javier, ya terminado el acto de entrega de premios, con mi trofeo en las manos: una lucerna sobre mármol que lleva dos placas doradas. Una dice:
"Federación de Sodales Ibero-Romanos.
XV Certamen Literario At Fontes.
Premio Prosa "Gotas de agua"
Rosa Mª Cáceres Hidalgo de Cisneros.
Fortuna 14 de abril de 2012"
Y en la lateral dice:
Lucerna de las Ninfas.
Baños de Fortuna.
Siglo I-II.
Museo Arqueológico de la Región de Murcia"

¡Es un trofeo verdaderamente precioso!

El Balneario es distinguido, elegante, con edificios magníficos de estilo Modernista en su mayor parte.



Roma está muy presente...y la tarde de viento...por mi pelo la podreis imaginar.



La terraza de la Cafetería, con vistas a algunas de las piscinas.

La tarde comenzó con una visita guiada a los restos romanos del ninfeo. El camino fue delicioso, la explicación a cargo de un catedrático de Historia Antigua, interesantísima.



Todo estupendo..., hasta quye una nube negra desató un aguacero con violentas rachas de viento.
Terminamos como sopas...menos mal que luego el sol nos secó.


En el Balneario de Leana, vestidos para la ocasión, mientras los turistas iban a su aire.



Un conjunto musical nos deleitó con magníficas interpretaciones instrumentales. disfruté mucho.


Leí la última de todos. El orden fue, accésist de verso, de prosa, primer premio de poesía, y el de prosa, que era el mío.



Al final, las fotos de rigor.

En esta de izquierda a derecha, el conde de San Jorge, patrocinador del premio esta edición, el Presidente de la Federación de Sodales Ibero-Romanos, el Concejal de Cultura, yo y el Catedrático de Historia Antigua de la UMU que dio la conferencia preliminar.
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Y nada, que me hubiera gustado que estuvierais allí conmigo vosotros también.
*****
Y ahora, para vosotros, el comienzo del relato:


Gotas de agua

Guttae cadunt de vértice concava rupe
semperque stillant nynphae gaudentes antro…
(De un titulus pictus de la Cueva Negra)

Iberia, siglo VII a.d.C.


Las gotas de agua caían lentamente desde la bóveda de la gruta. Un hálito casi imperceptible, como el de respiración de la Naturaleza, llenaba el ambiente del misterio insondable de lo sagrado.
Cada una de las gotas que iban manando de la roca era semejante a una lágrima de compasión que parecía brotar del corazón amoroso de una divinidad compasiva. Poco a poco se formaba en el techo de aquella caverna, y después de un tiempo dilatado, como de preñez acuática, surgía en un parto líquido, hija de la Gran Cueva, y luego descendía hasta posarse sobre aquel suelo santo, humedeciéndolo y ungiéndolo con la solemnidad del óleo consagrado.
(...)

Y el final:

Fortuna, siglo II d.d.C. Kalendas Aprili

Habían partido desde Carthago Nova, en la costa del Mare Nostrum, dispuestos a llegar al enclave de Fortuna para las Kalendas Aprili de aquel año.
La expedición estaba formada por poco más de dos docenas de personas, entre los señores, concretamente dos militares con sus esposas respectivas, y los esclavos a su servicio.

(...)


Flavia Proba unió sus manos en una plegaria silenciosa. Cerró los ojos para mejor adentrarse en la adoración de la Divinidad madre y en la plegaria a las Ninfas benévolas. Una misteriosa confianza fue naciendo y desarrollándose en su corazón hasta llenarlo por completo. No se atrevía a abrir los ojos, pues le parecía que con ellos cerrados veía más claramente todo aquel misterio que la envolvía.
Y así, con los párpados cerrados, con la luz que venía de su fe y no del exterior, percibió una señal que nadie más advirtió, y se sintió bendecida.
Esa bendición le vino de la bóveda de la Cueva, en forma de gotas de agua, que cayendo como lluvia sobre su alma agitada, ungieron su cabeza, resbalando por sus mejillas y mezclándose con las lágrimas de gratitud que brotaron de sus ojos, devolviéndole el sosiego perdido.
A nadie, ni siquiera a su esposo ni a su amiga Aurelia, confesó lo que acababa de sucederle. Quizás no comprendieran que algunas veces el misterio nos visita y que nos asegura que nuestra fe en la divinidad nos traerá el milagro ansiado.
Continuó con los ojos cerrados, mirando a su interior espiritual, y tuvo una visión encantadora: las Ninfas desfilaban felices en la Cueva, sonriéndole y augurándole una maternidad próxima.
Fue entonces cuando se decidió a abrir los ojos y a pedir a su esposo, Manio Aquilio, que escribiera por ella un titulus pictus en aquellas veneradas paredes. Ella le dictaría las palabras que deseaba que contuviera aquel letrero, especie de exvoto escrito, que manifestaría su gratitud y su fe:
“Guttae cadunt de vértice/ concava rupe/ semperque stillant nynphae gaudentes antro”
(Caen las gotas desde la bóveda en la gruta, y las ninfas siempre desfilan felices en su cueva).



viernes, 13 de abril de 2012

Otro cuadro primaveral



Y sigo con mis cuadros de primavera. En esta ocasión os muestro un óleo sobre lienzo que juega con el contraste de colorido entre las margaritas silvestres y las silvestres amapolas. Efímera belleza la de las flores rojas y más consistente la de las amarillas, que generosamente se dejan interrogar sobre el designio de amor que según se cree está contenido en el número de su pétalos: me quiere, no me quiere.
Algunas, astutamente, sugieren al enamorado que altere el orden de las preguntas, a fin de que la respuesta sea complaciente, o tal vez sea el enamorado el que diseña tal estrategia, no sé si eficaz, pero sí ilusionante en un primer momento.
Las humildes florecillas blancas, son neutrales, meras comparsas de las vistosas amapolas, delicadas, de fuego que se apaga prontamente, que pierde quizás su primigenio ardor...como la pasión amorosa.

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NOTICIA: He sido premiada con el primer premio en Prosa en el XV Certamen At Fontes, de la Cueva Negra, en Fortuna (Murcia), de la Federación de Sodales Ibero-Romanos. Con mi relato "Gotas de agua". En él hablo de ninfeos (altares de ninfas) titulus pictus (inscripciones en latín en las paredes de la cueva) y en la tradición de los romanos de acudir a los Baños de Fortuna desde Carthago Nova una vez al año.
La entrega de premios será mañana, sábdo 14, a las 6:30 h. en el Balneario de Fortuna. Antes visitaremos los yacimientos romanos y asistiremos a una conferencia.
Ya os contaré.

martes, 10 de abril de 2012

Primavera



Vaya, ahora que ya estamos en primavera me apetece mostrar este cuadro mío, realizado hace años, con la técnica del pastel. No seré tan presuntuosa como para esperar grandes elogios a cuenta de su mérito, claro que no, pero si lo titulo "primavera", estaré segura de ser oportuna y de que esa "prima Vera" agradará más a todos que otra "prima", como la dichosa "prima de riesgo".
En fin, ya lo dijo el poeta Antonio Machado:
"La primavera ha venido
nadie sabe cómo ha sido".

viernes, 6 de abril de 2012

Qué pequeños somos



¡Qué pequeños somos, y qué grandes nos creemos! pero nos basta mirarnos a nosotros mismos con perspectiva para comprender que somos un puntito en el paisaje.

Estas son la Gredas de Bolnuevo, en el Puerto de Mazarrón. Un buen paisaje para meditar sobre muchas cosas y darles la importancia relativa que tienen.

Feliz (y santo) Viernes Santo.

domingo, 1 de abril de 2012

Semana Santa


Ya están las procesiones en las calles, y cada uno las vive a su manera: unos con indiferencia, otros con devoción, otros con recogimiento y meditación y otros como un festejo que tiene más qué ver con el jolgorio que con cualquier aspecto religioso. He llegado a ver anuncios de discotecas con el texto de "Semana Santa: copas y música hasta el amanecer" o cosa parecida.
En fin, es primavera, la luz y la temperatura invita a un renacer, una especie de resurrección que para cada cual tiene un sentido y hasta una cota de trascendencia distinta, muy variable.
En el sureste mediterráneo el ambiente se vuelve extremadamente animado, la gente sale a la calle, el aroma del azahar impregna el aire, desde las blancas flores de los naranjos que jalonan las calles, plantados en los alcorques de las aceras. En las procesiones se reparten caramelos y otros regalos que hacen las delicias de los más pequeños. El dolor de la Pasión se mezcla con la alegría que reina en las calles en una ósmosis imposible que aúna recogimiento y exultación de ánimo.
Tal vez este fenómeno sea difícil de comprender para los temperamenos no mediterráneos, pero esa mezcla misteriosa es constatable cada primavera, cada Semana de Pasión en esta esquina de España.
Hay una amalgama de sentimiento en los cantos pasionales, de devoción en los actos litúrgicos y en las imágenes veneradas, de festejo de la nueva estación del año, de fin del invierno, de la eclosión floral que todo lo pinta de colores...
Acaso no haya mejor simbología de la muerte y la resurrección de Cristo para quien sepa entenderlo y vivirlo.