lunes, 31 de marzo de 2008

Don Quijote en letras chicas

Muchas veces dibujo a don Quijote, perseguidor de la utopía de la justicia, poerseguidor de sueños.
En sus ojos, Dulcinea, en su boca, la cortesía dedicada a unas damas que no lo eran.
Alonso Quijano el Bueno. El apodo lo define, porque sólo los que son buenos pueden soñar. Y sólo gracias a los sueños avanza el Mundo y se transforma.
Se reían de él. Siempre la masa amorfa se ha reído y se ríe del soñador que, precisamente porque sueña un mundo mejor, pone su tesón y su esfuerzo en mejorar su entorno.
Amaba los libros, y aquel tiempo idealizado de los caballeros andantes, hombres de honor sobre toda ponderación. Nunca existió tal tiempo de bondad y lealtad, pero es necesario seguir soñándolo. Dicen que los sueños se hacen realidad muchas veces. Tal vez...

sábado, 29 de marzo de 2008

Atardecer en La Azohía

El sol se oculta tras la línea que siluetea los montes que se bañan en el mar. Los barcos fondeados en La Azohía se diluirán prontamente en las sombras nocturnas, convirtiéndose en evanescentes corporeidades flotantes. Pero antes de que eso ocurra, el sol les hace el fugaz regalo de su brillo de oro viejo y los convierte en naves de misterio. Y el mar, violeta y oro en movimiento sinuoso de ondas imperceptibles, canta una antiquísima canción que ya acunó a otros barcos en la antigüedad y a otros seres humanos que supieron contemplar el efímero prodigio de cada tarde.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Mis amigos pintores

Será porque se aprecia que mi amor por la pintura es sincero por lo que tengo la fortuna de tener amigos pintores. Y lo más curioso es que a algunos de ellos ni siquiera los conozco personalmente, como es el caso de Álvaro Peña y de Antonio Verdu Asís, sin embargo -en virtud de los adelantos tecnológicos de este tiempo que nos ha tocado vivir- de cierta manera los siento amigos míos, porque me comunico con ellos por estos vericuetos cibernéticos que trazan rumbos impensables y hasta aleatorios. Quiso la casualidad poner ante mis ojos los dibujos de Peña y los cuadros de Verdú, y con eso solamente me hizo simpatizar con ellos, porque me los reveló como pertenecientes a mi misma raza espiritual.
Pero aún tengo más amigos pintores. Eso, sin duda, ya es el destino que "los cría y los junta" de una forma o de otra.
Viajando por Cantabria, encontre a mi paso en Soto Iruz, un estudio recoleto que ostentaba el rótulo de Museo Pobre, y en ese templo escondido del arte, su demiurgo del pincel, que dijo llamarse Pedro Díaz-Obregón, y que yo llamo AMIGO desde aquel momento, con todas las mayúsculas que el caso requiere, porque a los amigos, que no son otra cosa que la familia que uno elige porque decide elegirla, hay que tratarlos con todos los honores.
Y otro amigo más, además de compañero de trabajo de hace unos años, es Miguel Tomás. En la foto (que porcierto me hizo él) aparezco en la Sala de Profesores del instituto El Palmeral ante una de sus mandalas. Me regaló un cuaderno de ellas, para que las coloreara, cosa muy relajante que arranca de la mente oscuras preocupaciones. Pero Miguel Tomás pinta en otros estilos también.
Todos los AMIGOS que he nombrado, y de los que me siento orgullosa, tienen su sitio conectado a mi blog, desde el que se puede acceder cómodamente a los suyos. No se arrepentirán si lo hacen.

martes, 25 de marzo de 2008

Como una pluma

Como una pluma
es la poesía algunas veces.
Como una pluma
que se posa en las palmas de las manos,
sin hacer daño,
liviana y suave, sedosa y tibia.
Pero, por leve, es inestable, es huidiza,
como una pluma que eleva el viento,
arrebatada, volando arriba.
Como una pluma de ave canora,
que lleva el eco de su armonía.

lunes, 24 de marzo de 2008

Copiando a Camille Pissarro

El genio impresionista francés me impresionó (valga la redundancia) con su amor al sol y a la clara luz del día. Yo era una adolescente enamorada de la pintura cuando realicé esta copia en lienzo de su "Entrada a la aldea". Hoy cuelga de una pared de mi salón, como tantos otros cuadros que pinté en la efervescencia del aprendizaje, jamás concluido. Todos tienen algo mío, los que se deben a mi inspiración, por eso mismo, naturalmente, pero incluso los que son copias, como este, se adentran en mi memoria como paisajes vistos y vividos. Nadie podrá convencerme de que yo no estaba allí, bajo los añosos árboles, cuando ese carro salía del pueblecito, de ese pueblecito al que yo entraba y cuyos rincones transité -puedo asegurarlo- mientras mis pinceles queridos, heredados de mi padre, acariciaban el lienzo matizando colores y soñando otros cielos.

domingo, 23 de marzo de 2008

La palmera


Y en otro imán de nevera:
la palmera
de mil colores,
sultana,
estallido de oro y grana
y verde y azul del día
me parece cada día
un castillo en miniatura
de fuegos artificiales.

Luna llena de Primavera

Luna llena de Primavera,
en un imán de nevera.
En humilde y breve placa
sobre el azul se destaca
la esfera de diosa blanca
y las olas
de bella espuma sonora
con ecos de caracola
que tiene al mar encerrado
en laberinto intrincado.
Y en esmaltes de colores
se hace el milagro casero
de tener en la cocina
arena, luna y lucero.