
Esta pequeña crónica, desordenada, por cierto, pretende haceros partícipes de mi experiencia en Sevilla, ciudad a la que acudí para presentar mi novela "Isla Cueva Lobos" el día 15 en el Ateneo de Sevilla.
Estuve acompañada por mi marido, Javier, y dos de los personajes reales de la novela en su parte de acción actual, mi hija, Rosa Canales, y su pareja, Pau Fluixà.
En la foto nos fotografiamos juntos en un espejo del hotel.

Con gran pena, recibí una llamada advirtiéndome de que el amigo del blog Manolo Conde había sido hospitalizado, en el Hospital Virgen Macarena. Y allá fuimos al día siguiente mi marido y yo. Pudimos conocer en persona a Manolo, que es un auténtico caballero, de cordialísimo trato. Me tenía preparado este magnífico ramo de rosas blancas con que salgo del hospital. Nos hicimos varias fotos juntos, pero las reservo, como es natural.

Fuimos a visitar el Ateneo para saber ir sin equivocarnos desde el hotel, que estaba bastante cerca.

Aquí aparecemos Rosa, Pau y yo reconociendo el terreno.

Otra visita obligada fue para cumplir el encargo de Pepe Lasala de visitar a su Virgen de Regla. Dos veces fuimos, esta es una de las fotos que lo demuestran.

Con Javier el día de la presentación.

Ese día, pero por la mañana, frente a la librería que vende mi novela, y que por si alguien de Sevilla la quiere adquirir, pongo aquí claramente en la foto.
LIBRERÍA CÉFIRO, en la calle VIRGEN DE LOS BUENOS LIBROS.
Ya en faena: en la mesa, en el centro el presidente de la Sección de Literatura del Ateneo, don José Domínguez León, a su derecha mi presentador, don José María Fernández Torrente, y a su izquierda, esta que lo es, Rosa Cáceres.

Asistencia, escasa, entre enfermedades, frío, pereza y que no conozco a nadie ni nadie me conoce a mí. La venta de la novela fue insignificante, pues algunos de los pocos que asistieron ya la tenían y fiueron más por conocerme que por otra cosa. Aquí firmo una, que alguna firmé, desde luego.

Personalmente no debí de quedar muy mal, porque el Presidente me invitó ante las cámaras de televisión Giralda y ante todos los que estaban a que diera en un futuro una conferencia sobre técnicas narrativas.

Mi sensación era agridulce, un tanto desilusionada por la escasez de público, apenas algo más de una docena de personas. Cada una de ellas merecía todo mi esfuerzo, por eso hablé con cierto entusiasmo, aunque no con muchas ganas por dentro. Soy sincera.
Lo mejor, que me acompañaron pese a todo (lo digo por la cuestión del frío y la salud) mis amigos extremeños Francisca Quintana y Juan Manuel del Pozo, y que conocí en persona a la bellísima Tejedora de Palabras, una criatura dulce y encantadora que inmediatamente se hizo querer por nosotros, pues nos conquistó con su simpatía, aunque es muy tímida. Es mucho más guapa al natural que en foto, una belleza andaluza.
No he salido bien en la foto, porque soy muy expresiva y gesticulo mucho al hablar, pero quiero que veais que llevé conmigo al Ateneo el ramo de rosas de Manolo Conde y que lo puse en un sillón a mi lado, porque sé que él hubiera ido a compañarme con todo el gusto si hubiera podido.

Tomó imágenes la cadena de TV Giralda, y al final me entrevistó el periodista, pero aunque sé que está colgado en internet he sido incapaz de dar con ello.
Despedida y cierre. Don José Domiínguez fue extremadamente amable y se lo agradezco mucho.
****Hasta la próxima. Sigo trabajando en otra novela.