sábado, 9 de octubre de 2010

Y de nuevo a bordo

Sí, señores y señoras, otra vez a bordo de mi manuscrito infinito. La foto está tomada desde la cubierta del Karyam, tomando como motivo cercano uno de los palos con la vela amarrada y teniendo como fondo los muelles pesqueros y el faro de Puerto de Mazarrón.
Resulta que como escritora sé muy bien que no hay que forzar la marcha y hay que saber aceptar los buenos consejos.

Y por eso, bien aconsejada, voy a iniciar una tercera revisión de mi "manuscrito infinito": el de la novela cuyo nombre habéis elegido vosotros y de cuya génesis y crecimiento estáis siendo testigos.
Siento que esta novela la comparto con vosotros, que conocéis como yo este promontorio escarpado de La Azohía, con su torre de Santa Elena, inexpugnable.


Sé que el dicho "la mejor muralla de Mazarrón son sus gentes", contestación que se les dio para denegar los fondos necesarios para dotar de muralla de piedra a la población, asediada continuamente por los piratas berberiscos, os parecerá irónico, igual que a mí. Sin embargo, aquí os muestro el escudo de Mazarrón, con una torre vigía sobre el mar y un brazo armado de espada para defenderla.

(Foto sacada en el Ayuntamiento de Mazarrón)


Sé que os hacéis cargo de lo que investigué sobre numismática para la otra novela y de que he tenido que seguir buceando en las acuñaciones de la época y en los métodos de conservación de las que se extraen de fondos marinos, así como el efecto que el agua del mar tiene sobre cada tipo de metal.
(Foto: monedas antiguas, Ayuntamiento de Mazarrón)



¿Me acompañaréis de nuevo al castillo del Marqués de los Vélez?


¿Recorreremos juntos murallas, torreones de piedra y tierra roja?


¿Subiremos a la torre vigía más antigua y otearemos el mar desde ella?

¿Iremos a la iglesia de la Purísima para ver la bandera pirata que abandonó en la Playa de Bolnuevo el temido corsario Murad Rais o Morato Arráez?
Después de más de tres siglos expuesta junto al camarín de la Virgen, ha sufrido gran deterioro por el humo de las velas y el polvo. Por eso ahora está horizontal, protegida por cristales que salvaguardan las valiosas sedas antiguas con lemas escritos en árabe.

****
En fin, que espero recibier el aliento necesario para la labor que me espera.
****
Repentización:
Contemplando esta bandera
que un día dejó Morato,
me vine una cierta idea,
y es que tengo para rato.
La torre de Santa Elena,
la torre Santa Isabel,
en la Azohía y el Puerto
cada cual vigía es.
Pero hay otras muchas torres,
y está la que está en la Cumbre,
y está la de los Caballos,
toda la costa sembrada
de vigías cual rosario
de cuentas pétreas y ciertas
que a mazarron la guardaron.
¡Vámonos pá Cartagena,
vamos al puerto más guapo
que no hay otro como ese
en todo el Medirterráneo!



19 comentarios:

Cayetano dijo...

Labor penosa pero necesaria la de revisar lo que ya se escribió. Ahora ya todo es cuestión de tiempo y de paciencia.
Seguro que cuando subes al barco te dan ganas de recitar eso "Con diez cañones por banda..."
A mí esa poesía de don José como que me anima, me eleva la moral y hasta me sienta bien.
Un saludo.

Rosa Cáceres dijo...

Es cierto que es labor necesaria. En otras novelas me he visto obligada a realizarla sobre pruebas de imprenta, y es peor, porque mareas al impresor que no tiene culpa de nada. Mejor ahora.
La primera vez que embarqué en el Karyam ¡jajaja! no me mantenía en pie mientras navegaba, hasta que me acostumbré. Tampoco es que sea una ardilla, que para bajar a las cabinas o al comedor voy agarrá a tó el maderamen jajaja, pero ya me mantengo muy bien.
Un saludo.

Princesa115 dijo...

Sabes Rosa que la revisión es imprescindible y no hay más que hacerlo.
Desde aquí, desde este rinconcito mío de Añoranzas, te mando mil palabras de aliento. Que sé que puedes, solo paciencia porque el final está en tus manos.

Besos

Noelplebeyo dijo...

interesante...y te acercas a cartagena...

emejota dijo...

La distancia temporal es el mejor consejero en estas lides, lo sabes mejor que nadie, aunque nuestro impulso sea el que es.
Aquí estaremos todos acompañándote, en mi caso en el monte bajo la sombra de un laurel. Un fuerte abrazo.

Rosa Cáceres dijo...

Princesa 115, es verdad lo que dices. Mi experiencia en ese sentido es que mil veces que leas un manuscrito, mil veces que añades algo o modificas un pasaje...por eso, como me conozco, y yo no quito, sino que añado y amplío, me temo que me va a quedar un novelón de miedo jajaja
Un abrazo, princesita,
princesita la de ojos azules
y la biso de plataaaaaaaaaaaaaa,
mariposaaaaaaaaaaa,
mariposaaaaa de liiiiiiindos coloressssssssssssssss...
¿te acuerdas de esta romanza?

Rosa Cáceres dijo...

NOelplebeyo, uno de los escenarios principales de la novela es Cartagena, la Muralla del Mar, los Héroes de Cavite, el Puerto...De Cartagena son los policías que investigan a los expoliadores y buzos "malos, malísimos", en Cartagena está el numismático sabelotodo y los traficantes de monedas, la taberna en donde hacen sus tratos y demás. Hay escenas muy importantes allí.
Cartagena es la cuna de mis padres y antepasados, desde el s. XVIII, y el Puerto en donde atraca el Karyam cuando la mar se pone brava.

Rosa Cáceres dijo...

emejota,
bajo el árbol de los dioses,
el árbol que fue antes Dafne, el que a lágrimas regó
Apolo, como tú sabes,
supongo que estarás tú
en un paraiso suave
que llaman locus amoenus
de la mañana a la tarde
los literatos de pró
y los que de latín más saben.

Muchas gracias, hermosa.

Cabopá dijo...

Dulces lecturas de re-re-repaso tengas amiga...
LLévate el jazmín de mis detalles para que te perfume las correcciones,acotaciones y demás artículos de broma...je,je..
Guapa señora siempre a bordo, nada fuera borda...Lo tuyo es la "gran novela...
Besicos.

Rosa Cáceres dijo...

cabopá, ayer comencé y estoy cambiando cosas, añadiendo pasajes...nunca estoy conforme. Una de mis tareas más duras es cambiar frases complejas- tengo debilidad por el período ciceroniano- y se´muy bien que subordinación dentro de otra subordinación y denmtro de otra más es difícil de comprender paea el lector poco atento o con gustos más azorinianos, que abundan más, la verdad. Luego está mi preferencia por las palabras cultas, las cambio por otras coloquiales...
Han surgido asuntos que me dificultan algo, pero todo se andará.
Muchas gracias por tus palabras de jazmín.

María Bote dijo...

¡Ánimo, Rosa! Mujer y escritora de temple. VIENTO EN POPA, A TODA VELA... Lo conseguirás, arribarás a ese buen puerto del final de tu gran novela.
BESOS. MARÍA

Rosa Cáceres dijo...

María, voy cambiando otra vez estructuras sintáctica para hacerlas más asequibles al lector, estoy dudando si prescindir de mis vuelos literarias y quedarme a rás de tierra o de mar, quiero decir que mi estilo tiende a filosofar o a usar un registro más literario que coloquial algunas frases, y yo sé que hoy en día lo que se lleva es el estándar sin más florituras. Además, en pro delo que se llama "decoro" en preceptiva literaria, el lenguaje de cada personaje se adecua a su clase social, su región y su estatus cultural ¿debo dejarlo así, o pasar a todos por el filtro de lo común y corriente?
Estoy hecha un mar de dudas...
Un abrazo.

MTeresa dijo...

Bien
no conozco el detalle al completo
pero te aconsejo que revises
con minuciosidad
todo lo que escribas
¡siempre se queda algo!
No decaigas en el ánimo,
un saludo

Rosario Ruiz de Almodóvar Rivera dijo...

Se nota que eres muy trabajadora, pues te espera un gran trabajo, seguro que lo conseguirás, ese es tu temperamento.
Ánimo, gracias por tu comentario tan amable en mi blog y un abrazo fuerte desde mi librillo.

Merche González dijo...

A cada personaje, lo suyo, en el hablar y en el proceder. Así son mis gustos y mi modesta opinión.

Las obras, cuando se miman y cuidan sus detalles, salen más hermosas. Sé que conseguirás una gran obra (que no sé si será un gran novelón o dos novelas en una, jeje...)

Ánimo Rosita, que en esta revisión vas a echar toda la carne en el asador.

Besos

Rosa Cáceres dijo...

Mª Teresa, desde luego que ts atinado tu consejo: hay que revisar una y otra vez, y siempre- también es verdad- se escapa el detalle mínimo que no se sabe encontrar.
Un impresor veterano, con el que anduve en tratos porque me lo asignó la Editora Murcia Tres Fronteras, me aconsejaba que no fuera yo quien revisara mis novelas (se publicaban dos de ellas en ese momento) porque Yo "vería lo que había querido escribir" y no lo que "realmente había escrito", se refería a erratas, letras de menos y cosas así. El consejo es bueno, pero ¿a quién le puedes encargar semejante tyarea? ¿quién sabe mejor que tú lo que quieres decir?.
Total, que no hay escapatoria... jajaja, tomémoslo con humor y amor a la hermosa pasión de escribir.
Un saludo.

Rosa Cáceres dijo...

Rosario, el ser trabajadora es una de mis características- sin falsas modestias-, gracias a eso y a que tengo una enorme capacidad de concentración puedo llevar a cabo varias tareas a la vez. Aunque ese poder me juega malas pasadas, porque algunas veces me abismo tanto en el tema que entro como en otra dimensión y cuando tengo que regresar a la realidad lo paso fatal, ya que no reconozco el espacio ni el tiempo y voy como sonámbula, con una extraña y angustiosa sensación de no pertenecer al mundo en que vivo. Unas veces es cosa de horas, otras me dura varios días, es entonces cuando de verdad se pasa mal.
Tu librillo es encantador, un remnanso de paz e inocencia en este sucio y proceloso mundo.
Entrar en él me llena de una apacible alegría.

Rosa Cáceres dijo...

Mercedes, tu opinión me alienta a mantenerme en mis trece en ese aspecto. Cuánto te la agradezco.
Y también has dado en el clavo en eso de las dos novelas en una. He pasado todo el verano pensando que a lo mejor lo más juicioso era dividir el trocho en dos, y así saldría una trilogía. Tal vez aún lo haga.
Acabo de consultar en La Casa del Libro y veo que BUCEADORES tiene 353 páginas, esta continuación saldría , no sé, por las (800calculo.
Ya veremos.
Un abrazo.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

BUENO ROSA, QUE DETALLES TAN HERMOSOS.

GANAS TENGO YA DE LLER LA SEGUNDA PARTE DE BUCEADORES.

UN ABRACICO, Montserrat