domingo, 31 de agosto de 2008

El chiringuito de escritora

Bueno, pues se me acabó la playa, como a casi todo el mundo. Ayer volví del Puerto de Mazarrón y tuve que desmontar el chiringuito de escritora que tenía armado con cajas de documentación y librotes de Historia, navegación, Buceo, arqueología y demás. Eché todo aquello en un maletón enorme, que pesaba lo que debe pesar un cachalote (menos mal que era maleta de las de ruedas) y no me preocupé de ordenar materiales, eso ya era demasiado.
la foto que he elegido, la hice en la lonja de pescado de La Azohía, hace un par de años. Me recuerda un poco el amontonamiento de materiales de mi chiringuito de novelista, trasladado ahora a Orihuela. Es casi imposible organizar el lío de manuscritos que tengo ¿Por qué no sabré tirar nada y cuando tiro algo es para echarlo de menos acto seguido?
¡Lo que me gusta es escribir! Si logro incarle el diente a un tema, ya no consulto ni las notas que he recopilado ni las ideas que tenía esquematizadas.
Así ha sido este último par de semanas. Madrugones y más de 400 páginas de novela, escritas a mano, que es cómo yo realmente rindo y disfruto. Pero esta será mucho más extensa. Tengo tela que cortar.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Lectura y escritura.



Muchas veces me pregunto si es posible compaginar la labor de escritora con la de profesora, ama de casa y madre de familia. Sigo preguntándomelo, a pesar de tenr ya unas cuantas novelas publicadas y otras más en espera de serlo. Es una duda que me asalta cada vez que tengo que aparcar una buena racha de inspiración y soltar el bolígrafo para agarrar la rasera y la sarten y meterme en el ajo de la cocina, bueno, en el ajo o en la cebolla o en lo que sea, ustedes ya me comprenden.

Este verano he terminado la lectura de "Las Llanuras del tránsito", última entrega de la mastodóntica serie de Jean.M Auel. Digo lo de mastodóntica por la enorme extensión de sus libros y porque efectivamente aparecen mastodontes en esta saga prehistórica.

Estoy releyendo los "Relatos de mi tierra", de Concha Sánchez Lorente y también leyendo el libro de la Real Academia Alfonso X, de Murcia, homenaje a Asensio Sáez, en el cual participo yo misma con mi relato "El fruto de oro".

He comenzado a leer también "Un mundo sin fin", del exitoso Ken Follet. En fin y sin fin, buscando la repetición del sonido, que hago como Quevedo: llevar en danza tres o cuatro lecturas a la vez y además, escribir, escribir mucho. De hecho, llevo más de 300 páginas de mi nueva novela , continuación de Buceadores, que va a constar de cuatro partes. Estas que llevo escritas pertenecen a la primera. Siendo como es novela histórica (combinada con aventuras actuales) pide investigación en serio. Bibliografía consultada, mapas, monografías...mejor ni les cuento.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Verano de escritora

Pasa el verano con su soplo de fuego y sus noches sofocantes. Las playas atestadas invitan casi a desertar de ellas y el ruido lo invade todo de día y hasta de noche. Es el moderno estío, más agobiante aún en agosto.
Madrugo todas las mañanas para disfrutar el silencioso frescor del amanecer. Es la hora en que me visita la musa de la narración y me guía por los intrincados vericuetos de la novela histórica y de aventuras en que ando inmersa este verano. Se trata de la continuación de "Buceadores", se podrá leer independientemente de la otra y viceversa, pero juntas conformatan un buen conjunto. En esta segunda, además del submarinismo, tenmdrá primorsdial importancia la navegación. Y va avanzando, casi 2oo cuartillas he garabateado ya. Lo mejor de todo es que lo estoy viviendo según lo redacto. Mientras estoy en ello, mi mundo real se esfuma y entro en otra dimensión. Ni el calor puede distraerme cuando entro en trance de escritora.
Todo en el Puerto de Mazarrón, frente a los escenarios de la acción.