lunes, 29 de octubre de 2007

TIC-TAC (Cuentos y poemas comtra el tiempo)

Acaba de ser presentada en Madrid la antología de cuentos "TIC-TAC" de Ediciones Atlantis. Es un libro de relatos cortos y de poemas que reune obras de auores como Rafael Reig, Espido Freire, Ouka Leele, Ronaldo Menéndez, Luis Eduardo Aute, Leopoldo Alas y otros más entre los que me encuentro yo, a través de un relato que se titula "Memorias de lo imaginado".
Hay un calendario de presentaciones para Madrid, Málaga, Valencia, Badajoz, Barcelona, Sevilla, Bilbao y muchas más localidades a lo largo y ancho de nuestra geografía.
La contraportada del volumen reza así:
Tic-tac es un complot entre autores que se har reunido bajo las agujas de un reloj para mover sus oscuros engranajes eliminando el tiempo, pervirtiéndolo o contándolo con la yema de los dedos.
En efecto, el tiempo es el motivo central de los relatos. En el mío la memoria juega el rol definitivo.
Que os guste, si llegáis a leerlo.

viernes, 19 de octubre de 2007

Clasificación de risas

Las categorías de la risa son las siguientes:
Risa mezquina jijijiji
Risa ladina jeje
Risa paladina jajaja
Risa jocunda jojojo
Risa inverecunda ¡jeeeeeeeeeeaaaaaaaaaaaaa!
risa cazurra jujuju
risa homérica o Jupiterina ¡JAJAJAAAAAAAAA!
risa histérica ¡Jiaa, jia, jiaa!
Risa onomatopéyica-alfabética ¡jajejijoju!

y, por último, risa de hiena ¡Hia, hia!

domingo, 14 de octubre de 2007

Un vagón cada vida

Un vagón cada vida
en este largo tren
que empieza su trayecto
cuando nos ve nacer.

Un vagón cada vida...
Y cada acontecer
traviesa de la vía
¡Metáfora del tren!

Un vagón cada vida,
que tiene que correr
a la estación "Mañana"
de la estación de "Ayer".

Un vagón cada vida....
¡Metáfora del tren!

jueves, 11 de octubre de 2007

A Rosalía de Castro, poetisa gallega

Nos sigue por donde andamos
constante una Negra Sombra,
la que amargó a Rosalía
sin dejarla vivir sola.
Por dondequiera que fuera
la seguía la Negra Sombra
y teñía de penumbra
sus minutos y sus horas.
Igual la Sombra me sigue,
y me acompaña y asombra,
que no ha de ser en Galicia
donde se encuentre a la Sombra
y a menudo está con todos,
aunque ninguno la nombra.

Solos

Yo estoy solo,
tu estás solo,
solo está
todo el que piensa.
¡No pensar!
es la consigna
¡Hablar alto,
gritar mucho!
que el oído
se ensordezca,
¡No pensar,
y cantar alto!
para huir
de la tristeza,
del cerco
de soledad
que a toda alma
rodea.

¿Qué queda?

¿Qué queda al hombre fustigado de hoy en día,
o a la mujer que lucha y que trabaja?
¿Qué queda si vacío de simple humanidad
un mundo en competencia
los hostiga, apresura y hasta aplasta?
Queda quedarse solo,
queda el aislarse y echar en el olvido la hojarasca
y adentrarse
en el hondo refugio solo y propio,
en el hogar inexpugnable que es el alma.
Está sombrío el mundo,
es implacable,
la exigencia es feroz, es inhumana.
Tú no sirves, no vales,
ya ha pasado tu hora, tu eficacia.
Pero queda el refugio de esa horas,
el abrigo de estar a salvo en casa
(en la casa interior del pensamiento)
en medio de la amarga
y hostil masa.

lunes, 8 de octubre de 2007

Puntales

Nadie puede sostenerse solo cuando la vida sopla como un vendabal huracanado. Ningún ser humano es autosuficiente, por más que lo pretenda. Cada uno de nosotros experimenta tarde o temprano la sensación de estar a punto de derrumbarse. Es entonces cuando la fragilidad de nuestra estructura personal precisa ser apuntalada. Y los puntales que sostienen e impiden la total ruina son los que ofrecen otros seres comprensivos, compañeros de viaje en esta azacaneada andadura existencial: una palabra, un gesto, una broma oportuna, un rasgo de humor, una mano que se apoya en el hombro...
Recuerdo a los estagiritas del desierto egipcio. En aquellos lejanos tiempos de fe tan radical que hacía concebir drásticos modelos de penitencia, aquellos estagiritas o estilitas se encaramaban a una columna dispuestos a pasar sus días y sus noches expuestos a la intemperie (sol o lluvia, calor o frío) hasta que la muerte se los llevara a la eternidad de la bienaventuranza. Pues bien, hasta esos locos del desierto contaban con un "ayudante" que los proveía de alimento y agua sin la cual poco hubiera durado el terrible sacrificio que hacían, sin embargo, esa asistencia ofrecida hacía posible que la estancia en la incómoda y reducida columna, a modo de capitel penitencial y humano, durara lo que la salud y fortaleza de cada cual determinara. Los seguidores de los penitentes como Simeón y los demás estilitas eran otra casta de puntales, pero puntales al fin y al cabo.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Los estudiantes e Internet

Le he puesto un nuevo nombre a Internet, para mí ese compendio inabarcable de todo lo que ha parido la mente humana y sigue pariendo (e incluyo aquí "partos" mentales y "paridas" demenciales) está en la red. Internet es una herramienta inestimable, variada, interesante, útil, curiosa..., todo lo que quieran, sí. Pero también es- y este es el apelativo que yo le dedico - la madre de todos los rumiantes de la cultureta al uso para estudiantes sin curiosidad ni interés.
Internet es el fantasma al que hemos de enfrentarnos los profesores, un ente gigantesco pero paradójicamente escondido en un espacio sucinto- el ordenador- que traga, digiere y guarda toda clase de información, dispuesta para ser regurgitada en las pasivas cabecitas de ciertos ingenuos alumnos que no imaginan, los pobres, que los profesores también sabemos que existe el rincón del vago y otros inventos de urgencia escolar que cortan por el mismo patrón todo trabajo para casa que uno pueda proponer. Y es que, además, como los que acuden a esa falsa panacea son precisamente los vagos (no los aplicados y con sentido del deber y de la ética) los muy infelices no se molestan en variar ni una coma del texto así conseguido. El profesor, muy avisado, prohibe los trabajos a ordenador, para que al menos se tengan que molestar en hacer el copiado de turno. Pero al cabo, los chavales de bachiller, por ejemplo, quedan "minimizados" y convertidos en alumnillos de primaria.
Lo más grave no es que presenten trabajos que no han hecho ellos, ni la falsedad que esto representa, muiy reprobable éticamente. No es eso. Lo peor es que se les escamotea el aprendizaje, el ejercicio mental que tan beneficioso les resultaría. Y si algún día se vieran sin Internet, no sabrían nada de nada. Se habrían convertido en analfabetos por exceso de facilidad de estar informados, porque estarían informados, desde luego, pero no formados para analizar una información cualquiera ni para relacionarla con otras tantas que se entrelazan con ella.
Bravo por los jóvenes, hijos de este tiempo de tecnología imparable, que saben beneficiarse de ella, pero no consienten que les robe el mecanismo del raciocinio lógico.