viernes, 30 de enero de 2009

Danza


Un dibujo mío para la novela que saldrá publicada dentro de unos pocos meses, quizás para abril.
Es novela de ambiente medieval. El dibujo representa un grupo de damas y donceles danzando en una fiesta de de celebración de la primavera, cuando se cantan las mayas, las albadas o albas,
Al alba venid buen amigo,
venid al alba,
al alba venid buen amigo,
non traigáis gran compaña...
En la novela hay juglares y juglaresas, hay siervos de la gleba y señores feudales, hay moros y cristianos, facinerosos y asaltantes, amor, temor, remordimientos y fe...
Los escenarios son variados y las aventuras constantes. De momento, no diré más de la obra. Ya habrá tiempo.

miércoles, 28 de enero de 2009

Un gorrión

Hoy he recordado al gorrión
herido de muerte por el frío,
que rescaté hace años de una acera.
Estaba caído, moribundo,
y yo intenté recuperar su vida
que se apagaba, débil y aterida.
Pero no lo logré.
¡Señor, qué pena,
que sentimiento de dolor tan grande
ante esa muerte de ave tan pequeña!
Y sin embargo, miles de pájaros fenecen
cada día, miles de pájaros...
Hoy pienso en esos niños,
que son miles también
y que se mueren
por culpa del helado corazón
de tanto humano.
¿Humanos? ¿humanos somos?
¡Dios, qué pena!

lunes, 26 de enero de 2009

Poema del dolor y la alegría

Es tan fácil
hablar de dolor en esta vida,
es tan fácil
contagiar el dolor con la palabra...
Basta decir lo que sucede
aquí y allá
y el dolor nos arrasa.

¡Un poco de alegría,
por piedad,
un atisbo de risa,
por caridad!

domingo, 25 de enero de 2009

EL PODER DE UNA IDEA

Ayer, en Informe Semanal, se habló una vez más de la persona de Mohamed Yunus, Premio Nobel de la Paz. El llamado "Banquero de los pobres" es hombre de profunda sencillez, como todo el que de veras es grande en humanidad e inteligencia. Y me estoy refiriendo a la clase de inteligencia que podría salvar abismos, como un puente, pero que es denostada y ridiculizada incluso por los pazguatos que andan elucubrando sobre teorías utópicas que no son sino componendas para seguir al margen del terrible drama de la miseria absoluta que padecen millones de desheredados de la fortuna.
Yunus apostó en su día por dar el paso de ayudar a unos pocos. Tan sólo a unos pocos (hay quién piensa que o a todos o a ninguno) y de ahí nació su proyecto. Confió plenamente en las mujeres, que son las receptoras de sus microcréditos, que no precisan más aval que la voluntad de la receptora, porque Yunus sabía que si concedía el crédito a los varones, estos irían a emplearlo en la taberna y en sí mismos, en vez de ponerlo al servicio de su familia.
La idea de Yunus, si bien se piensa, es la fábula de la lechera pero sucedida tal como la lechera quería, de poco a algo más, y de ese algo más a bastante más y a mucho más.
En fin, todo el mundo conoce de qué estoy hablando al referirme a este gran hombre. Pero quiero destacar algo que dijo, y es que hay que hablar con unos y con otros, que hay que comunicar lo que pensamos, porque a alguien se le puede ocurrir una buena idea, como se le ocurrió a él un día.
Ah, después de ese reportaje venía el de la alta cocina de creación, no lo quise ver. Me parece una memez echarle oro molido a los platos, no da sabor, no sirve para nada, sólo para adornar, porque los platos son ya obra de arte, con autor firmante y todo...
El contraste es obvio, saquen las consecuencias.

jueves, 22 de enero de 2009

...Y MÁS SOBRE LA EXPOSICiÓN DE VERDÚ

¿Dije que la inauguración de la exposición en Santomera estuvo de lo más concurrida? Ah, pues lo digo ahora. Cortada la cinta de entrada por las Autoridades, en presencia de la Concejal de Cultura, entramos en el Claustro acristalado los que habíamos acudido gustosamente al evento.
En la foto aparecemos de izquierda a derecha el pintor Antonio Verdú, yo, la mujer de Antonio, Sole, y mi marido, Javier.
En un par de veces que nos hemos visto, creo no equivocarme si considero que hemos trabado una buena amistad.







Con el pintor frente al lienzo que más me impresiona a mí, la calle del Caño con la subida al castillo de Mula. La foto no hace justicia al lienzo, pero algo sé de pintura y la luz de este cuadro sale de él y se percibe desde lejos. Es fácil adivinar por la inclinación de los rayos solares a qué hora quiso el pintor plasmar una de las calles más típicas de Mula. Apenas hace unas semanas que estuve en esa calle por primera vez, no conocía Mula, recuerdo su encanto y su luz, y la volví a encontrar en el lienzo de Verdú, que parece que llevara una linterna incorporada detrás de la tela, para dar realce a la claridad. Pero no la lleva, sino que contiene la maestría incuestionable en la aplicación de la paleta de tonos y de la pincelada.

miércoles, 21 de enero de 2009

ANTONIO VERDÚ Y SUS PAISAJES URBANOS, EN SANTOMERA



El 16 de Enero se inauguró en La Casa Grande, de Santomera, la exposición de lienzos de Antonio Verdú Asís, que permanecerá allí hasta el día 30 de este mes, para disfrute de todos cuantos la visiten.
La muestra consta de veinticinco óleos que tienen como motivo el paisaje urbano, tema que inspira la obra de este pintor que expresa su sensibilidad artística a través de su visión de calles, plazas y edificios, que se nos aparecen como si los descubriéramos bajo otro prisma, otra luz, porque siempre he dicho y repito ahora que Verdú es un pintor de la luz.
Mirando alguno de sus cuadros, de formato más que mediano, me he acordado de Antonio López y sus paisajes urbanos madrileños. Me refiero, en especial, al de la plaza de Santo Domingo. Tenemos que admitir que el paisaje urbano es tema extremadamente dificultoso, se exige al pintor una exactitud y proporción perfectas. Aquí no vale poner una casa de más, como el que pone un árbol que no existe en un paisaje campestre. Hay que ser pintor y algo arquitecto, esto es, hay que ser primero un magnífico dibujante, y luego perfilar la obra a base de pinceladas sabiamente dosificadas según donde se apliquen, puntillismo en los celajes –esos cielos espléndidos que sabe pintar Verdú- caricia en paredes, en suelos de plazas…
Las calles que Verdú pinta son preferentemente de Murcia, pero no en exclusiva, también hay telas sobre Mula, Fez, Santomera- la que sirve de carátula al programa- y de Venecia y París.
Yo conocía ya la obra de este pintor por otra exposición anterior, en octubre, en Torre Pacheco. Bastantes de los cuadros que están ahora en Santomera ya estuvieron allí. Es natural, ningún pintor puede pintar 25 maravillas así en tan poco tiempo, pero ¿saben que me ocurrió? Pues que fue como el reencuentro con un paisaje querido, que cada vez se juzga más bello y luminoso, más cercano al alma. Y esa pincelada breve que Verdú domina en los cielos volvió a teñir de matices múltiples el amanecer y el atardecer de sus cuadros. Y volvió a hacer rielar la luz sobre las aguas de un canal veneciano, o sobre el Sena, que corteja a Notre Dame, o sobre las aguas tan familiares del Segura, bajo el Puente Viejo.
Y las sombras, plasmadas con una maestría absoluta, partiendo en dos –sol y sombra- la majestuosa Plaza de Belluga. Prodigio de verismo en el arco de Santo Domingo, en sombra, dando paso al soleado espacio de la Plaza del Romea.
El marco de la exposición, La Casa Grande, de Santomera, es espléndido. En su gran claustro acristalado las obras de Verdú Asís encuentran el acomodo perfecto, puesto que es posible admirarlas en diversas perspectivas, incluso a través de esos arcos acristalados que le sirven de realce.
Emocionante. Para los que amamos la pintura, imprescindible. Un lujo estético.
Muy, pero que muy recomendable.

sábado, 17 de enero de 2009

IDENTIDADES, de Santiago Delgado

IDENTIDADES, de Santiago Delgado

El jueves, 15 de enero, se presentó en el Museo Gaya de Murcia el libro de Santiago DelgadoIdentidades”. La presentación estuvo a cargo de dos oradores, el propio autor (¿quién mejor conocedor de su propia obra?) y Juan Soriano, que demostró cuatro cosas muy importantes: una, que conoce la obra de S. Delgado, dos, que es un orador ameno y pletórico de sentido del humor, tres, que es un excelente lector, porque domina todos los registros de la lengua y los resortes para encantar al auditorio, y cuatro, que este libro hay que leerlo, porque merece la pena.
En cuanto al autor, qué diré, sino que es hombre también de verbo ágil, fluido, de humorismo contagiante que camufla una recóndita ternura, cercana a la hondura poética unas veces, familiar y reconocible en su murcianía otras…
El libro está editado por la Real Academia Alfonso X el Sabio, de Murcia, y lleva portada de gran valía artística, se trata de un óleo de Tomás Díez de Revenga, que representa un molino del Campo de Cartagena. Así es que es un gozo mirarla.
La colección es de la Biblioteca Murciana de Bolsillo, lo cual quiere decir que es libro para llevar, efectivamente, en el bolsillo del gabán, que es abrigo de paño fuerte que se pone uno cuando hace rasca, que es frío intenso, como todos ustedes saben, o relente, que es esa humedad de la atmósfera tan frecuente en Murcia, que cala los huesos. Si se trata de señoras o señoritas (a estas alturas del siglo XXI todavía se sigue haciendo tal distinción), seguro que lo llevan en el bolso. Si es verano y se está en la playa, el pequeño volumen se puede transportar sin problemas en bolsa de playa, eso sí, dentro de una bolsita de plástico para que no se pringue de crema solar, que siempre se nos queda el frasco mal cerrado. Pero si tal eventualidad se produjera, no pasa ná, sino que será un librico vivío, leío, que no hay ná más tontucio que un libro que nadie toca y está ahí, pá simiente de rábanos ¿no están de acuerdo?
El caso es que el libro es amanoso. Por eso no hay que dejárselo en los trasiegos de aquí para allá, porque pesa poco, aunque contenga cosas de peso (válgame la paradoja o aparente contradicción entre términos que luego llegan a conciliarse, si se piensan), así es que, ya ven que sirve para todo. Para una espera en el médico, en la estación del tren, en la parada del autobús, en el Restaurante mientras viene el pedido…No sigo, pero podría hacerlo, porque botones de muestra, haylos, como las meigas.
Y hablando de botones de muestra, qué bonicos los que nos presentaron Santiago Delgado y Juan Soriano, leyendo alternativamente, capítulos escogidos de esta ANTOLOGÍA. A mí me gustaron todos, algunos ya los conocía, pero oírlos de labios de tan estupendos lectores siempre encanta.
En voz del autor, Santiago Delgado, “Boda de los pequeños inmigrantes” y “La Banda de la Inclusa”, tan conmovedores que sugieren historias –intrahistorias, que diría Unamuno- plenas de humilde humanidad y de inocencia sin mácula. O la del “Gran velero blanco en el horizonte”, que a los que nos gusta el mar y los barcos, nos deja absortos en un lirismo de ley, como la plata, la que brilla en las crestas de las olas del Mediterráneo, besadas por nuestro sol.
Juan Soriano nos deleitó con joyas leídas como “Bueneza” y “Ser de aquí”, que arrancó risas al auditorio, con eso de que el murciano tiene que ir a todos sitios con su limón, porque le echa limón a tó. Así, lo primero que pregunta al sentarse a la mesa es: ¿Ande está el limón?. Y ese “una cosica que esté bien”, unidad de medida murciana donde las haya, que sirve para todo, o ese “echa por la sombra” de nuestras primaveras-veranos de tórrido calor. Y qué bien que hablaba con acento murciano este hombre, cuando quería.Y qué identificados con lo que leía- que eran las palabras de Santiago Delgado- nos encontramos todos. Nos lo pasamos en grande, como se lo pasará todo el que lea el libro.
De todas formas, hay que advertir al potencial lector, que este no es un libro pá leérselo de una sentá, no señor, sino que es un libro-tentempié, en el buen sentido de la palabra, que es palabra de raigambre muy española, que todo el mundo entiende. Esto es, para leer –tal como ya he dicho- en cualquier momento y a trocicos, esto es, a bocaícos, así como el que pilla una almendrica del plato de los entremeses, se la echa tan contento a la boca y la masca en un ver y no ver, pero resulta que se le queda el delicioso sabor en la boca, que es lo que le pasa al que se deleita con un breve capítulo de IDENTIDADES.
El libro se divide en seis apartados, según la temática, que va del Arte, a La Literatura, pasando por la Historia, la Arqueología, la Gastronomía, el habla de Murcia, la Ciudad de Murcia, los pueblos de Murcia y mil cosas más, porque el autor es prolífico y multifacético y toca todos los palos como tocaor de guitarra, muy bien afinada, por cierto, y también entona como genial cantaor -o cantaor con genio o duende- y lo mismo se arranca por chipirrines murcianos que por mineras que nos dejan el alma absorta.
Además, generoso como él solo, llena sus páginas de nombres ajenos, de otros que escriben también, y nos dice: “Estáis en mi libro”. A mí me ha llevado a sus páginas en dos artículos sobre dos novelas mías, Aura y Buceadores, y ni decir tiene que estoy muy contenta de ello, no faltaría más. Pero les aseguro que no es ese detalle el que me dicta estas palabras de elogio, sino la admiración que de muchos años atrás siento por este autor murciano como escritor de artículos –ya dije que casi todos los del libro los conocía ya- y como novelista.
¡Qué no se lo pierdan!

Rosa Cáceres

viernes, 16 de enero de 2009

miércoles, 14 de enero de 2009

Más "amor" de pala

La chumbera estaba llena de heridas hechas por amor. tan llenas estaban las pinchosas palas, que más de una ostentaba-ahí está la prueba- alguno más de los dos nombres de rigor, tal como si se tratara de un ménage à trois o de la indeseada ingerencia de un tercero que hiciese caso omiso de que tres son multitud en ciertos asuntos.
Algunos nombres eran el testimonio de que la dichosa palera había inspirado deseos de perpetua declaración amorosa a individuos de diversas nacionalidades, anglosajones, germanos -buscando el calor mediterráneo del vegetal propio de áridos climas calientes- y, naturalmente, sureños seguramente promotores de la idea de escribir en las crasas y sufridas palas.
Ninguno de los enamorados pensó en lo que Illán Vivas señala con aguda observación, a saber, que el amor sobre un lecho de espinas es complicado.
Pero es que el enamoramiento ardoroso y juvenil que impele a rotular con el nombre de la amada paredes, árboles y muros, no se detiene ni siquiera ante la dolorosa aguja casi transparente de esta planta, porque es amor sin freno, esto es: desenfrenado y frenético.
Y ojalá todos los amores se perpetuaran en esta gloriosa intensidad de sus inicios.

martes, 13 de enero de 2009

Amor en una chumbera

Es curioso el deseo que el enamorado muestra a menudo de testimoniar su amor a su adorada en los medios y soportes más diversos. Así, son frecuentes las pintadas -no saben cómo están los tubos del trasvase Tajo-Segura- en paredes ruinosas, en puertas y muros de Monumentos Nacionales - lo que demuestra mucho amor pero nula sensibilidad artística y quién sabe si de la otra también-, en troncos de árbol- todo un clásico, con el corazón flechado- y hasta en el servicio de bares diversos- lo cual significa un gusto escatológico ciertamente-, pero en la pala de una chumbera... lo que demuestra es que se trata de un amor Mediterráneo. El soporte es algo pinchoso, pero fácil de señalar. Ahí tenemos la prueba. La chumbera de la foto está de la alcazaba de Almería. Todas las palas estaban repletas de mensajes de amor, no era ésta la única.

jueves, 8 de enero de 2009

Mi cuaderno de cuentos


Un cuaderno en blanco,
caben en sus hojas
infinitos mundos de sueños fantásticos.
La princesa triste, el hada madrina,
la estrella que brilla y el cielo ilumina.
Un cuaderno en blanco,
caben en sus hojas
infinitos mundos de sueños fantásticos.
Lejano castillo que guarda un dragón,
y el leal guerrero, todo corazón.
¡Un cuaderno en blanco!
¡Y llenar sus páginas
de sueños fantásticos!

miércoles, 7 de enero de 2009

EX LIBRIS



Tanto me gustan los libros, tanto los quiero, que desde niña me he esmerado en atesorarlos, restaurarlos, encuadernarlos si estaban estropeados porque eran libros antiguos.


Sé que hay quien considera una imbecilidad esto de los Ex Libris (Arturo Pérez-Reverte, por ejemplo), pero a mí -qué queréis que os diga- me parecen encantadores cunto menos, porque los hay que son verdaderas obras de arte en miniatura.


Hace unos años, convoqué un concurso de estos dibujos que dan carta de propiedad a una biblioteca personal, para incentivar en mis alumnos el amor a los libros. Luego, me trasladé a otro Centro, pero en "El Palmeral", decidieron ponerle mi nombre al concurso. CONCURSO DE EX LIBRIS ROSA CÁCERES. es un honor para mí. Y lo siguen convocando todos los años. Va por la VII edición.


Este año se ilustra el tríptico con un dibujo alusivo al centenario de Darwin. El del año pasado fue un homenaje al Poema de Mío Cid.


El premio, unos cuantos euros, un diploma, un libro y- esto es lo más bonito- un sello de caucho del diseño premiado, con su cajita de tinta.

Os muestro dos de los seleccionados el año pasado. Sus autores pertenecen a mi actual Centro , IES Tháder.




lunes, 5 de enero de 2009

Hitos

La imagen que presenta este ínfimo ramillete de reflexiones es la de una caja de habanos decorada por mi. El ramillete de ideas es el que sigue.
Con sencillos materiales es posible hermosear lo cotidiano. Ningún material más sencillo, pero más eficaz que una mirada sincera y una sonrisa cordial.
No hay más que una regla infalible en las relaciones humanas: no hagas a otros lo que no quisieras que te hicieran a ti. Y pórtate con los demás como quisieras que se portaran contigo.
No abuses de la bondad ajena, porque eso significaría que la bondad es algo que te falta a ti.
No te pliegues a la mezquindad, y menos, por respeto humano, es decir, por el temor al qué dirán si plantas cara a los hipócritas.
Lleva en el corazón el ejemplo de don Quijote, que buscaba la justicia basada en la defensa del débil y el desamparado. Pero cuida bien de mirar si lo que tienes enfrente son gigantes o son molinos.
Aprende a ver una Dulcinea en una campesina, una dama en una moza de mesón, una mujer ilustre en una fregona...porque la calidad de las personas está en su interior y no en su herencia.
Somos hijos de nuestras obras, lo decía Cervantes, y cuánta razón tenía.
Obras son amores, que no buenas razones (palabras), dice el refrán. No lo creas del todo. Las buenas palabras son muy importantes, y las malas hieren de muerte los sentimientos. Ten siempre a mano una provisión de palabras cordiales, pero procura que sean sinceras, no aduladoras sin más. Para lograr esa riqueza de palabras acertadas, tienes que estar dispuesto a trabajar toda la vida en mejorar tu fábrica de sentimientos, que todos la tenemos, en el corazón y en la cabeza, con sucursal en las manos que saben estrechar otra mano o apoyarse en un hombro que necesita aliento y cercanía humana.
Así como los antiguos romanos plantaban hitos o piedras miliarias en sus calzadas, aprovecha el hito que es el cambio de año para pensar un poco en estas cosa. Y pese a que nada es estático, pues todo fluye, como decía Heráclito, detente en tus reflexiones y formula algún propósito. Quizás lo cumplas.
Y sobre todo, alégrate de cada cosa buena que le pase a cada uno de los que conozcas. Que otros sean felices no te roba a ti ni un ápice de felicidad. Mientras que la envidia sí, porque la envidia es la tristeza por el bien ajeno. Y la tristeza por ese motivo, no sólo es profundamente triste, sino que además es mezquina, miserable.
Felicítate por cada amigo que te encuentres en la vida, porque de distintos metales están fabricadas las almas, y es muy buena fortuna hallar almas de tu mismo metal.
No renuncies a sentir tristeza cuando sea humano sentirla, pero busca sobre todo la paz interior, que no es incompatible con ella. Sólamente es posible ser feliz todo el tiempo se es egoísta, porque si te importan tus semejantes, hay cosas que te harán sentir el dolor ajeno.
Pero aun así, procura estar contento todo el tiempo que puedas, porque así irradiarás luz a tu alrededor, y quizás, tu pequeña luz le dé ánimos a alguien.
La más pequeña cerilla encendida, rompe las más terribles tinieblas.
¡¡¡ÁNIMO Y FELIZ AÑO A TODOS!!!

jueves, 1 de enero de 2009

FELIZ AÑO

Con permiso de mi amigo Gaspar Poveda, autor de esta magnífica fotografía nocturna de Orihuela, la utilizo a modo de felicitación para todos.
Que los días del año que comienza os sean tan apacibles como una noche despejada de primavera.
Que no os abandone la esperanza de lo mejor y la amistad de los que hasta ahora se declaran amigos vuestros.
Que leais buenos libros. Y si sois escritores, que los escribais.
Que mireis buenos cuadros. Y si sois pintores, que los pinteis.
Que vuestros pasos no yerren. Que avancen por las sendas floridas y las cálidas arenas de la benevolencia, propia y ajena.
Que no queráis para los demás sino el bien, para que tengais el privilegio de esperarlo también para vosotros.
Y en todo caso, haced vuestra lista de buenas personas. Reconforta saber que existen.