Bueno, pues se me acabó la playa, como a casi todo el mundo. Ayer volví del Puerto de Mazarrón y tuve que desmontar el chiringuito de escritora que tenía armado con cajas de documentación y librotes de Historia, navegación, Buceo, arqueología y demás. Eché todo aquello en un maletón enorme, que pesaba lo que debe pesar un cachalote (menos mal que era maleta de las de ruedas) y no me preocupé de ordenar materiales, eso ya era demasiado.
la foto que he elegido, la hice en la lonja de pescado de La Azohía, hace un par de años. Me recuerda un poco el amontonamiento de materiales de mi chiringuito de novelista, trasladado ahora a Orihuela. Es casi imposible organizar el lío de manuscritos que tengo ¿Por qué no sabré tirar nada y cuando tiro algo es para echarlo de menos acto seguido?
¡Lo que me gusta es escribir! Si logro incarle el diente a un tema, ya no consulto ni las notas que he recopilado ni las ideas que tenía esquematizadas.
Así ha sido este último par de semanas. Madrugones y más de 400 páginas de novela, escritas a mano, que es cómo yo realmente rindo y disfruto. Pero esta será mucho más extensa. Tengo tela que cortar.
4 comentarios:
A esas cajas se les "ve la cola"
Pues que las cosas traigan cola tiene su miga, no te creas.
Rosa, ya de vuelta al trabajo, seguiremos disfrutando...
Si Profesora nos vemos de nuevo, al final voy ha hacer el bachillerato de ciencias, porque no lo tengo nada claro...Al contrario de usted mi verano no ha sido tan productivo, algún que otro verso mal escrito, pero será por la calor o nosé...Ahora mismo estoy en Santiago de Compostela disfrutando de sus paisajes llenos de mágia, y estoy escribiendo alguna que otra cosa, hoy mismo he vuelto del fin del mundo.
Un afectuoso saludo.
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