Olivillas sevillanas,
Aceitunas jienenses
y olivicas murcianas,
aliñadas,
aceites, los cordobeses.
Mueble en madera de olivo,
picón de tu astilla breve,
hueso de oliva en rosario
y orujo de olor tan fuerte,
Yo bien te conozco, olivo,
me precio de conocerte,
de saber tu magia noble
y gustar tu fruto leve
y ungirme con ese óleo
con que se ungieron los reyes,
y se llenaron las lámparas
de las vírgenes prudentes,
y se curaron heridas,
se bendijeron las frentes,
que todo eso, olivo casto,
con tu sangre nos ofreces,
oro líquido es tu sangre,
oro de vida y de muerte,
cuando desangras tus frutos
en la almazara, oferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario