Es curioso pensar cómo a mis ojos
en las cosas se acerca la belleza,
y el vehículo en que viaja la hermosura
unas veces es flor y otras es piedra,
o a veces el movible y rumoroso
ramaje de los árboles al viento
en la hora apacible de la siesta,
o la ola transparente de la playa,
o el pájaro que en el azul vuela.
Todo es bello y esplendido a mis ojos,
todo es la sal de la tierra.
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