martes, 16 de noviembre de 2010

Un grabado antiguo

Este grabado antiguo me lo regaló un anticuario que advirtió que lo observaba con atención, mientras mi marido adquiría unas piezas para su colección de numismática.
Fue una fineza de ese señor, y se lo agradecí.
Representa la detención de Mariana Corday después de haber asesinado a Marat, que se estaba dando un remojón prolongado en su tina, buscando alivio para sus afecciones dermatológicas.
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Siempre me han gustado los cromos antiguos, el tratamiento del color, la calidad del papel, el tacto, el sabor nostálgico de la infancia (ya he dicho que "siempre" me han gustado) y el recuerdo de mí misma sentada con un album vetusto, con un tomo con siglos de solera incluso, de los que tenía mi padre, excelente bibliófilo, del que heredé ese gusto...
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En cuanto a este episodio de la Historia Francesa, también me resultó interesante.
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Dejé hace ya unos meses abandonada la redacción de una novela corta sobre Carlota Corday, que comencé tratando su figura desde su infancia . La reanudaré en cuanto me dé el venazo.
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Ahora voy a poner un examen de mitología griega. Nada en común con aquella historia de revolución en La France.

21 comentarios:

Cayetano dijo...

La girondina de Charlotte Corday. La mujer que convirtió en mártir de la revolución a un jacobino que mandaba al personal a la guillotina a diestro y siniestro. Ya se encargó de inmortalizar al revolucionario Jacques-Luis David en su inolvidable obra.
Algunas tienen suerte con lo que le regalan los "dadivosos" anticuarios.
Puñetera envidia que algunos tenemos. Jejeje.
Un saludo.

Cayetano dijo...

El grabado no tiene desperdicio. He ampliado su tamaño para ver los detalles. Hay un señor muy cabreado que lleva un cuchillo en la mano. No sé si para apuñalar a Carlota o es que ha cogido del suelo el arma del crimen. Hay otro que quiere atizarla con una silla. A todo esto, la asesina pone cara de felicidad y de paz casi boba, parece alelada y a la vez contenta, como diciendo: Bueno ya que me hagan lo que quieran. Yo me he salido con la mía que era cargarme al señor Marat.

La Dame Masquée dijo...

Caramba, madame, ya quisiera yo que me regalaran grabados antiguos!
Y ademas uno tan bonito. No me sorprende que haya llamado su atencion.
Pero ya me dirá cómo hace para que le hagan esos regalos!

Feliz tarde

Bisous

Rosa Cáceres dijo...

Cayetano, mi versión sería más...´¿cómo te diría?, humana, de lo que sentiría como mujer, la perspectiva según los usos y costumbres de la época...en fin, una lata, que ya dije que no quería meterme más en la Historia y tengo un compañero de esa asignatura que ya me lo echa en cara, y me trata como auna desertora jajaja

Envidia algunos...y otros endivias...para cenar.

Arrecójase vuesa merced en la su tinaja y encienda el candil, que hoy en día es árdua tarea la de buscar hombres honrados.

Bunas noches.

La Fuensanta y el Antón dijo...

¡Qué detalle del señor! A mí una vez me regalaron un pequeño libro de citas de Oscar Wilde en la feria del libro de Cartagena, porque la dependienta se dio cuenta de que me había hecho objeto.

A ver si te animas a terminar ese relato, Rosa.

Rosa Cáceres dijo...

Cayetano ¡qué análisis tan minucioso! La cara alelada- como tú dices- era la de éxtasis vindicador, entreverada de misticismo apocalíptico y un tantico edulcorado, tal como gustaba representarse a cualquier fémina, bella además, como se sabía que era la tal Carlota.
Yo es que me encandilo con las láminas antiguas.
Tengo bastantes, porque ya digo que he sido siempre ratucha de biblioteca, incluso tengo un Gil Blas de Santillana del s.XVIII, que me regaló mi padre para que leyera estando yo con amigdalitas...y me lo embotellé ¿qué te crees? con unas láminas a plumilla preciosas...

Rosa Cáceres dijo...

Madame, para que a una le hagan semejantes regalos, se le tiene que poner la cara de entusiasmo que por lo visto se me pone a mí: ojos clavados en el objeto en cuestión, brillantes y admirativos, sonrisilla ensimismada, extasis sensorial que aisla del entorno, yo diría que casi casi levitación jajaja
En fin, que el fanático de algp ve a una tan fanática, tan entusisasta como él...y se conmueve, tiene un arranque de empatía generosa y dice: ¡¡¡Para usted que aprecia estas cosas!!!
Voilá

Inténtelo, y ya me dirá los resultados.

Un saludo

Rosa Cáceres dijo...

A La Fuensanta y el Antón, les tengo que decir que ese relato está en barbecho, y seguramente por algún tiempo más, tal vez por muchos años.
Hay que esperar un impulso, pero de momento, con Cueva Lobos tengo bastante. he de rematar la faena.

Ahora os visitaré, que una chispica de humor siempre viene bien.

Noelplebeyo dijo...

ponlo facil

María Bote dijo...

Precioso el grabado y qué suerte la tuya de recibir regalo semejante. Envidia sana me das, ya que tambien soy una forofa de los grabados, cromos y libros antiguos.
Compruebo que estamos llenas de afinidades, amiga.
Besos. María.

emejota dijo...

Aquella Charlotte seguro que salvó muchas vidas. Ya veo que el entusiasmo mueve montañas, tu sigue así a ver si se contagian los alumnos, seguro que alguno si lo hace. Un fuerte abrazo.

Princesa115 dijo...

Precioso grabado Rosa. Buen gusto el tuyo y bonito detalle de aquel señor.

Un beso

fonsilleda dijo...

Pasarse por aquí es aprender. O, cuando menos, recordar. A mí me gustan también los grabados, pero no me he tropezado con alguien tan espléndido.
Bicos y ¡ánimo con tu trabajo!. Para mí eres un ejemplo. En serio.
Bicos.

Rosa Cáceres dijo...

Noelplebeyo, yo pongo los exámenes "tiraos", diez pregunticas de nada, divididas cada una en cuatro apartados para puntuar aunque sea un cuarto de punto, en fin, que no soy hueso.

Rosa Cáceres dijo...

María, me alegra que coincidamos en estos detalles. A mí los cromos antiguos me parecen cálidos, preciosos, poéticos incluso.
Mis preferidos eran los de las damas dieciochescas, digo cundo jugábamos a los cromos y cada chiquilla llevaba su cajita con los suyos. Era un placer cambiarlos según las jugadas, se perdían, se ganaban, se manoseaban y los más viejos daban la vuelta con más facilidad...¡qué ingenuo y enternecedor recuerdo!

Rosa Cáceres dijo...

emejota, creo que sí contagio algo, porque me lo han dicho muchos alumnos y padres de alumnos. Es que "lo vivo", acciono, actuo, declamos...y exclamo. hago caricaturas de los autores en la pizarra, llevo las carpetas todas dibujadas por mí, con acrósticos, caligramas de don Quijote, cuento anécdotas, me dejo la piel...y la garganta.
¡Soy un espectáculo didáctico!

Rosa Cáceres dijo...

Princesa 115, fue una sporpresa. No sé cómo lo hago, pero suelo recibir regalos de mérito, en especial de mis amigos pintores, dibujantes y fotógrafos.
Ya digo que supongo que ellos sientes que voy a apreciar su arte de corazón. En fin, quie en casa tengo más de una docena de maravillas dedicadas (sin pedirlas yo, desde luego, que me daría vergüenza) y cada vez que las miro me acuerdo con cariño de quien sea.

Rosa Cáceres dijo...

fonsilleda, preciosidad ¿yo un ejemplo? ¿de qué, criaturica?
Me gusta trabajar, eso sí es verdad, pero en cambio creo que no valgo para divertirme. Ese defecto es gordo de verdad. Más sosa soy...aunque nadie se lo crea, por mi inveterada costumbre de andar siempre con la sonrisa a flor de labios, no lo puedo evitar, pero seria soy de más.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola Rosa:

Un bello detalle que tuvo el anticuario.
Y es que esta sonrisa tuya nos tiene a todos/as, robao el corazón.

Un abrazo, Montserrat

Manel Aljama dijo...

Cada blog que visito me ofrece un montón de sorpresas que despiertan el interés para visitar los lugares en los que te mueves.

A mí también me gustaban los cromos. Ahora disfruto en los mercados dominicales donde se mezclan sábanas del siglo XIX, postales, medallas, cascos, monedas. Objetos que están impregandos de algo, estoy seguro.

PS:
Que vaya bien el tema de tu hija

Un saludo

Amig@mi@ dijo...

Qué suerte Rosa, es precioso. Y...
cómo siempre, a mí también me chiflan las imágenes antiguas, sean de lo que sean. De hecho tengo guardadas tarjetas y cromos.
;)
Un abrazo