lunes, 21 de noviembre de 2011

El relato que os prometí. "Todas mis mujeres se llaman Ítaca"





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¡Que os guste!
















24 comentarios:

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola Rosa:
Muchísimas gracias, ahora me tengo que ir, luego lo leeré despacito.
Pero con esto de querer ser la primera en comentar, mira lo que pasa.
Una vez leido, te haré otro comentario.
Besicos, Montserrat

L. Gispert dijo...

"Soy un artista del recuerdo" Me ha gustado la frase, el relato... No me extraña que hayas recibido tan preciado galardón; lleva tu sello, tu personalidad literaria.

Un hito importante a tu brillante palmarés literario, Rosa.

Un abrazo,

çLuis.

Cayetano dijo...

Cuando los recuerdos son más "reales" que la propia realidad.
La imagen que guardará en su memoria siempre será una imagen joven, fresca, lozana...Como Ítaca, una isla a la que siempre se sueña con volver.
Muy bonito el relato.
Un saludo.

Olegario dijo...

Precioso tu relato de Ítaca, que nos lleva de la mano al paraiso de la bella isla griega, patria de Ulises. Dichosos los recuerdos del ayer, que siempre nos concilia alrededor de la juventud.
No es necesario ser viejo, para poder soñar en tiempos de ayer. Un abrazo.

Blao dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Blao dijo...

Cuando un hombre o una mujer ama a alguien en concreto, en particular... ¿no ama al mismo tiempo en esa persona individual al resto? Es así como entiendo que un amor solo y único se pueda llamar de mil maneras.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Buenas noches Rosa:
Ahora si que he leido y disfrutado de estas tres páginas.
Que bello pensamiento del personaje que ve a las mujeres como tierra inolvidable a que uno desea regresar y que además guarde en su mente sus imágenes jóvenes, bellas.
Ves ya he aprendido otra cosa, yo sólo había relacionado como amor de Ulises a Penélope quien lo esperó siempre.
Gracias por este regalo de estas páginas.
Recibe muchoas besicos, Montserrat

María Bote dijo...

Precioso relato, amiga Rosa y excelente en su composición literaria, con tu impronta inigualable. Es un lujo leerte.

Felicidades y besos. María

Francisca Quintana Vega dijo...

No he podido dejarlo para mañana.No sólo se agrandan las páginas, sino que girando la rueda del ratón, salen de la una a la cuatro.¡Yo no sé hacer eso eh!.
Es un relato interesante,de calidad, original..con un lenguaje muy cuidado,exquisito. Y el estilo narrativo es muy bueno, no aburre y sabe captar la atención del lector. Es un relato de una gran profesional. Tiene reflexiones profundas, ideas muy inteligentes. En fin, que yo no me veo capacitada para analizar un escrito tuyo..sólo sé que es estupendo, como tus novelas, la segunda de las cuales tengo aparcada temporal e involuntariamente, por motivos que ya sabes, relacionados con mi trabajo. Pero estoy deseando cogerla de nuevo.
Besos y felicidades y ánimo...sigue escribiendo y con tus tareas y compromisos de presentación.

Amig@mi@ dijo...

Genial el relato, acabo de leerlo. Tienen razón en lo de que lleva tu sello, ahora que sumergida en las profundidades del mar, con tus Buceadores, ya puedo hablar.
Me está encantando, Rosa.
Un abrazo

Towanda dijo...

Hola Rosa:
Me encantó el relato. Estupenda tu forma de contar las cosas.
Felicidades y ¡a seguir!.
Besos.

Rosa Cáceres dijo...

Montserrat, siempre la primera...muchas gracias, querida rosa de abril. Me alegra que te guste este relato.
Un besico

Rosa Cáceres dijo...

Luis, el tema del recuerdo, real o incluso inventado, es recurrente en mi narrativa, tengo un relato titulado "Memorias de lo imaginado" que presenta a una mujer sumamente desdichada que se complace en "crearse" unos recuerdos felices en los que se complace.
Así, este orfebre del recuerdo, de esta breve narración.
Un abrazo

Rosa Cáceres dijo...

Cayetano, muchas gracias.
lo bueno del recuerdo es que siempre conserva, por aquello de la memoria selectiva, bellas imágenes, y nadie envejece en él. Lo malo es que es eso, un recuerdo sin entidad real actual.
Un saludo cordial

Rosa Cáceres dijo...

Olegario, el recuerdo es a veces el refugio en que nos abriga la felicidad.
Yo cero que a todos nos gusta paladear de vez en cuando la dulce nostalgia del pasado.
Como he dicho a Luis, es un tema recurrente en mi narrativa, presente en especial en mi novela "Sixto con rumor de olas rompientes".
Un abrazo

Rosa Cáceres dijo...

Juan, podría ser cierta la tesis que apuntas, pero en este caso se trata de un individuo evidentemente inmaduro que se niega a asumir los cambios que el tiempo imprime en toda vida, y prefiere conservar intacto el recuerdo "del estreno" de cada ilusión en la fase de enamoramiento.
Un abrazo

Rosa Cáceres dijo...

María, muchas gracias, me halagas.
Un besico

Rosa Cáceres dijo...

Francisca, lo primero es lo primero, y la obligación antes que la devoción. Ya retomarás mi novela más adelante, cuando estés más libre de trabajo.
Me encanta que me digas que te ha gustado el relato y te lo agradezco mucho.
Un besico

Rosa Cáceres dijo...

Amig@mi@, recuerda que me has prometido hacer una crítica sincera de mi "Buceadores"...pierdo un poco el miedo de que no te guste a tenor de lo que me dices, muchas gracias.
Un besico

Rosa Cáceres dijo...

Towanda, muchas gracias por haberte agregado como seguidora de mi blog. Te prometo visitar el tuyo igualmente.
Un abrazo

angel almela dijo...

Precioso relato, una joya. Gracias.

Rosa Cáceres dijo...

ángel, magnífico elogio. Gracias a ti.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Es un relato excelente, Rosa. Me ha gustado mucho. Te metes en la piel del personaje y éste resulta absolutamente creíble, cosa bien difícil, como sabes.
Una idea me ha seducido de una manera especial: la dedicación al arte o a la investigación como una especie de sacerdocio. Cuánta razón llevas, porque conoces que requiere aislamiento y dedicación plena.
Un abrazo agradecido por el buen rato de lectura, aunque te haría una sugerencia: tal y como ofrece ahora Blogger las imágenes con el clip, resulta muy fatigoso de leer, pues la letra resulta muy menuda y no se puede agrandar más. Si lo tienes en el ordenador, colócalo por la vista de tus lectores. Te lo agradecerán, yo la primera.
Otro abrazo y un beso.

Rosa Cáceres dijo...

Isabel, oído al parche, que se suele decir, u ¡oído cocina!, que tal vez vendría mejor porque en estos momentos estoy de señora ogresa, jajaja, con todos los fuegos a tope, en cada uno una especialidad de la casa, a saber, zarangollo murciano, albóndigas en salsa, hervido de calabacín y cebolla y consomé, eso es para que todos coman a la carta en Chez madame Rosa jajaja
Yo quise reproducir las páginas que la antología me dedicaba tal y como eran, pero a mí si se me agrandan lo suficiente...en fin, que otra vez pongo el archivo.
Un abrazo, querida amiga