Hace muy poco estuve vistitando Mula. Aunque soy de Murcia tengo que confesar que hasta hace relativamente poco mi conocimiento de las localidades de la provincia era más bien escaso, ya se sabe, nos solemos interesar por lo foráneo y dejamos de lado lo propio hasta en esto del turismo. Pues bien, desde hace ya tiempo disfruto de la riqueza paisajística y artística de localidades que apenas conocía de pasada. Mula es una de ellas. Andando por su casco histórico, encontré la Casa Pintada, sede del Museo Cristóbal Gabarrón, un artista actual, moderno, originalísimo. Y mi sorpresa fue inmensa al hallar en el museo un patio cuyo suelo estaba literalmente tapizado de piedras de diversos tamaños pintadas por el autor. Esta que presento es precisamente la foto que les hice, entusismada por constatar que mi afición a pintar piedras no es ninguna tontería.
En mi casa tengo yo una colección tan extensa como la que vi en el Museo. Tengo la suerte de disponer del espacio idóneo para colocarlas: un patio grande. Pero dentro de la casa tengo muchas más, en función de pisapapeles, de sujeta-puertas o como elementos decorativos. Las suelo trabajar con bastante detenimiento, además las busco con formas especiales.
¡Qué bonitas son las piedras marinas, las lajas de pizarra de O Cebreiro, las que llevan incrustaciones de pirita de A Costa da Morte, las de la Serranía de Cuenca!
Eso sí, guardaré el secreto del yacimiento maravilloso que me ha dado los mejores ejemplares.
2 comentarios:
Y no lo digas, ya sabes que un secreto deja de serlo cuando se cuenta.
Tus consejos son salomónicos. Una ancestral sabiduría,propia de Celestos, late en ellos. Así pues, los seguiré.
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