miércoles, 13 de agosto de 2008

Verano de escritora

Pasa el verano con su soplo de fuego y sus noches sofocantes. Las playas atestadas invitan casi a desertar de ellas y el ruido lo invade todo de día y hasta de noche. Es el moderno estío, más agobiante aún en agosto.
Madrugo todas las mañanas para disfrutar el silencioso frescor del amanecer. Es la hora en que me visita la musa de la narración y me guía por los intrincados vericuetos de la novela histórica y de aventuras en que ando inmersa este verano. Se trata de la continuación de "Buceadores", se podrá leer independientemente de la otra y viceversa, pero juntas conformatan un buen conjunto. En esta segunda, además del submarinismo, tenmdrá primorsdial importancia la navegación. Y va avanzando, casi 2oo cuartillas he garabateado ya. Lo mejor de todo es que lo estoy viviendo según lo redacto. Mientras estoy en ello, mi mundo real se esfuma y entro en otra dimensión. Ni el calor puede distraerme cuando entro en trance de escritora.
Todo en el Puerto de Mazarrón, frente a los escenarios de la acción.

3 comentarios:

François de Fronsac dijo...

Hola.

Me alegro de saber de ti, que te teníamos muy de vacaciones.

Saludos.

Rosa Cáceres dijo...

Ya ves, Paco, de vacaciones y escribiendo a destajo, que es mi forma de disfrutar el verano, sin dejar por ello de ir a la playa y darme buenos baños de mar, Claro, que mis madrugones no me los quita nadie, pero no me importa: me encanta ver amanecer.

Antonio Verdú Asís dijo...

Rosa, a nosotros también nos gusta madrugar y pasear por la playa viendo amanecer y darnos un buen baño antes de que caliente el rey. No pares de escribir y sacarnos a la luz la belleza tu pluma. Saludos.