Como una erupción de lava, vuelta en espuma salada, el Atlántico brama y muestra su furia.
Ha taladrado la roca como una idea fija taladra la mente. Y entra en efervescencia que admira al paseante por la escollera.
El zumbido de la ola bajo la piedra sobrecoge el ánimo. El espectador piensa que así- como ese mar enfurecido- se revuelven las cosas de la vida en su pensamiento.
Mira el roquedal erosionado para no dar un mal paso y sufrir una mala caída. Entonces observa que uno de los orificios que el mar ha practicado en la dura superficie de la roca, justamente el que vemos nosotros abajo, a la derecha, tiene forma de corazón.
Entonces adquiere la certeza de que el mar de la vida nos trae y nos lleva, esculpiendo formas y dejando improntas.
Y a veces, le arranca a uno el corazón. Y queda el hueco, vacío, anhelante.
De vez en cuando, la vida entra en erupción y llena ese hueco de lágrimas salobres.
Es el mar en las rocas.
Es la vida en las almas.
2 comentarios:
Hola, Rosa:
Me alegra que hayas opinado en el "debate" sobre El rey de las Esfinges y me agrada que seas de Murcia.
A ver si hay oportunidad de ponernos en contacto y hablamos sobre tu obra literaria. Acantilados de papel, en vegamediapress.com, siempre está deseoso de conocer, desde sus riscos, a los autores y autoras murcianos.
Muchas gracias,por tus palabras. He estado visitando tu blog y tu web y me parece interesantísimop todo el enfoque. Realmente, además, tienes una obra ya extensa en publicaciones. Yo tengo publicadas cinco novelas y un par de cuentos en antologías. Por supuesto, me encantaría darme a conocer en vegamadiapress. A ver si visitas mi web y ya me dirás.
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