domingo, 6 de diciembre de 2009

Meditación sobre la ilusión

¿Quién no quisiera,
en esta época del año,
en todas las épocas de todos los años
de su vida, tener aquella ilusión
de la niñez lejana?
Porque aquella ilusión
era una gloria,
y bastaba para
que uno fuera feliz.
Sí, ese era el inmenso poder
de aquella ilusión.

Si uno la conserva
por uno de esos milagros
que ocurren en la vida
( en la vida de algunos nada más)
los demás lo toman por loco.
Así es que ha de escudarse
en la ilusión de los niños
que tiene a su alrededor,
usar esa ilusión como un parapeto
contra la ironía ajena
que irradian los desilusionados,
los amargados,
los amargaexistencias...

Por eso digo que, a pesar de todo,
yo quiero conservar
las ilusiones que todavía me quedan,
(porque a estas alturas
aún conservo algunas,
será porque mi corazón
sigue siendo ingenuo)
y creer que el mundo
puede ser bueno,
como lo creía cuando era una niña
y tenía el resguardo de los padres
que eran buenos y hacían suponer
que también era así el resto del mundo,

Por eso, digo, me aferro
a mis ilusiones,
porque son, confieso,
el mayor tesoro de mi alma,
mi fuente generosa de emociones.

25 comentarios:

Cabopá dijo...

Ay Rosa, yo también llevaba un flequillo y unas trenzas de esa guisa..........ja,ja,no podemos evitar parecernos, era la época...
Ilusiones, sueños....madre mía que no cambiaremos nunca.............
Acabo de llegar de la huerta de comer con unos amigos junto al Regueron un "Arroz y conejo" de esos que no se olvidan.....ja,ja...
Veo que el puente lo hacemos de la misma forma: cruzando los ojos de este medio que nos comunica y nos mantiene unidas en lo virtual......
Una maravilla, hoy decía yo: esto es para nosotras como cuando nuestras abuelas no daban crédito a que el hombre llegase a hasta la Luna...........Besicos desde este lado de la pantalla..............

Rosa Cáceres dijo...

Cabopá, qué sorpresa verte por aquí. Pensaba que todo el mundo mundial estaba de puente viajando por los cuatro puntos cardinales jajaja.
Yo no me he movido de aquí. Ahora me retiro a corregir exámenes, para que no se me amontonen.
Supongo que en Murcia ya estará todo precioso, yo aún no he puesto ningún adorno navideño, pero ya voy pensando en ello.
Hoy he visitado el Belén Municipal de aquí, que este año está bastante bien. Por lo demás, serán unas fiestas tranquilas, aunque yo será la señora ogresa, es decir, cocina, cocina y cocina...¡porca miseria!

Amig@mi@ dijo...

Preciosa la foto, preciosa tú y preciosas tus palabras.
Un abrazo

Cathy Brown dijo...

Hada,que hermosa niña!!!!!!!!yo si conservo mis ilusiones y es verdad....cierta gente al escucharme hablar me tilda de loca linda(si loca al fin)pero ellos no sonrien como yo...no van por la calle tarareando una cancion...no son felices,se cohiben,se prohiben mostrar sus sentimientos,entre nosotras... me preparo para esperar a Papa Noel,este año no le pido nada,ni a el ni al niñito Jesus,creo que ya me dieron demasiado!!! comenzando con tu hermosa amistad,que alguien como vos TAN IMPORTANTE!!!!!lea mi blog,guau!!!!me hace tan feliz!!!!!Mi vida esta llena de ilusiones,de esperanzas es lo que me mantiene en pie....te quiero Hada!!!!Muy buena semana!!!!!.Besotes.

Rosa Cáceres dijo...

Amig@, al llegar estas fechas mis pensamientos van a esa época de la niñez, porque la infancia es nuestra verdadera patria, nuestra verdad más imperecedera.
Aquella ilusión, limpia, que daba el asombro de lo nuevo, del mundo a estrenar...es irrepetible, a no ser a través de un espíritu permenente de infancia o a través de los niños pequeños de hoy.

Rosa Cáceres dijo...

Cathy, no soy más importante que cualquier otra persona, pero sé reconocer la bondad natural, quien la tiene y la muestra, como tú, con esa sencillez amorosa haciua todo y hacia todos, tiene inmediartamente mi amistad más sincera.
Nos separan mucha distancia, y también muchas costumbres y condiciones...tú eres una joven llena de ilusiones, pero nos unen otras muchas.
Un beso, y que el Niño Jesús te traiga lo que merece tu corazón de oro.

tejedora dijo...

Rosa: aunque esté apartada de esto te sigo recordando todos los días. Mil perdones. Hice un examen y este mes me queda otro más.
Creo que la de la foto eres tú, ¿no? Estás guapísima.
Escribes sobre ilusiones en cualquier momento del año, incluido las fechas que están por llegar. Las navidades las vivo tristemente, aunque me gusta ver la cara de ilusión de los niños; me recuerda a mi niñez, aunque en ella hubiera, también, momentos tristes.
¿Vas a pasar el puente corrigiendo exámenes? Yo entre apuntes, libros y resúmenes.
Un beso enorme.

Cathy Brown dijo...

Como me conoces Hada!!!!!!!Gracias por tan bellas palabras!!!!Tu amistad me hace muy felizzzzzzzzz,Brindo por ella!!!!!!!Besotes.

Rosa Cáceres dijo...

Tejedora, suponía que tus tareas eran las que te mantenían apartada. Un corazón como el tuyo no abandona amistades, bien lo sé. Por eso siempre dejo la libertad que igualmente yo necesito de vez en cuando.
Estamos a final de trimestre y el trabajo abunda, no hemos salido a ningún sitio, pero ya vendrán ocasiones.
Las Navidades eran mi locura de pequeña. Procuro mantener esa ilusión.
Ayer pusieron un reportaje de Estepa ¡Cuánto me acordé de ti! ¡hubiera ido volando a aquella ciudad preciosa y encantada de los dulces navideños mejores del mundo! ¡Ah, qué bonita es Estepa y cómo olerá estos días!

Rosa Cáceres dijo...

Cathy, claro que te conozco, bonica. Tú te das a conocer constantemente. No tienes doblez. Es lo que más me agrada de ti, junto con la absoluta generosidad con que entregas tu cariño a todos y con la que reconoces toda cualidad ajena, sin envidia ni malevolencia. Sigue así, porque de esa manera, pase lo que pase, en el fondo -que es donde está el alma- serás feliz, siempre, siempre, siempre.

L. Gispert dijo...

Hola Rosa, me gusta leerte, ya lo sabes, pero esta entrada, tan bonita, me ha hecho despertar recuerdos de adolescencia. A los 17 años escribí mi primer artículo serio. Estaba dedicado esencialmente a esta ilusión que protagonizas en tu escrito. Y se publicó en varios periódicos. Me sentí muy feliz, como ahora al leerte. Gracias.

Saludos.

fonsilleda dijo...

Rosa, ese sombrerillo ha sido mío en algún momento ¡ay!, y estaba yo igual de guapa.
No me gustan especialmente estas fiestas, no por ellas francamente sino porque se me agolpan los amores que ya no están. De todas maneras a mi alrededor hay gente que merece vivirlas y yo lo hago.
La ingenuidad, creo que la conservo, a pesar de la experiencia y de tantas cosas.
Bonita y tierna entrada.
Pondremos pues toda la ilusión.
Bicos

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Comparto contigo la ilusión... y la necesaria vuelta a la mirada con ojos de niño.

Eras tan guapa como ahora.

Un beso.

S.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

HOA ROSA:

CONSERVA ESTAS ILUSIONES, CLARO QUE SI, DEJA QUE FLUYA TU NIÑA INTERIOR.
ESTAS PRECIOSA CON TUS COLETAS.
HOY TE NOMBRE EN MI ENTRADA.BESOS

Leticia dijo...

Me gustan las dos cosas, conservar las mías y apoyarme en las de mis sobrinas. Así salgo ganando siempre...

Ruy dijo...

Ninguna mejor muralla
contra la ironia ajena
contra el amargador amargado
que la feliz rialla de niños ilusionados
Ilusiones de viviente
humildes o mayores
con tenacidad defiendes
Tellevarán más lejos que los temores
de fracasados perdedores.
Sordos, ciegos y envidiosos los hay a montones.

Paz tengas.

Cayetano dijo...

¡Qué suerte tener todavía algunas ilusiones de niño! Yo en esto soy por desgracia algo más machadiano, aunque con mejor humor, eso sí.
Sobre este tema de las ilusiones, recuerdo aquéllo que decía don Antonio:
"Era un niño que soñaba un caballo de cartón..."
Un saludo.

Rosa Cáceres dijo...

Luis, cuánto me agrada la coincidencia de ideas. La ilusión es la sal de la existencia, además es contagiosa. Todos necesitamos tener cerca personas ilusionadas, entusiastas, porque su ejemplo nos sostiene y anima. Entonces ¿por qué no ser uno mismo un ser lleno aún de infancia? porque la infancia es la época de las ilusiones puras, genuinas...y se puede ser así por dentro toda la vida.

Rosa Cáceres dijo...

fonsilleda, nuestro sombrerito de escolares nos une, jajaja
Esta época es especial aunque lo que tú apuntas es el peaje que pagamos en esta existencia tan llena de pérdidas.
Lo mismo me pasa a mí. Este fin de semana hice un comentario en ese sentido en mi casa y comprendí que entristecía a mi hija, en concreto. Así es que cambiaré el rumbo y procuraré soslayar la nostalgia.

Rosa Cáceres dijo...

Soledad, me pregunto cómo puedes ser tan amable. Tus ojos son los que miran con tanta benevolencia que elogian mi aspecto.
Muchas gracias, perlica de Salamanca.

Rosa Cáceres dijo...

Montserrat, he sabido guardar tu foto y ahora haré una entrada en tu honor. Me ha encantado el detalle y el ambiente hogareño y acogedor que se aprecia en la foto. No falta ni el gatito...

Rosa Cáceres dijo...

Leticia, eso es. Hay que recibir ilusiones pero también saberlas crear. Nadie puede dar lo que antes no ha recibido de alguna manera.

Rosa Cáceres dijo...

Ruy, hoy me encanta tu poema. La imagen de la muralla ante el desánimo, la risa inocente de los niños...que salvaguarda de la amrgura y la envidia ajena.

¡Magnífico poema!

Rosa Cáceres dijo...

Cayetano, Antonio Machado era un poco mustio, pero Manuel Machado era mucho más alegre. No pierdas las ilusiones, porque si las pierdes no podrás regalar ninguna porción de ellas a los que te quieren, y en consecuencia, los harás sufrir.
Si te queda algo, aunque sea un átomo de esa ilusión que todos hemos conocido de niños, cuídalo, cultívalo, plántalo antes en tu corazón y procura abonarlo con humor, con besos y con palabras amables: crecerá, volverá a darte sombra para el calor y frutos para el hambre, esa hambre de felicidad que jamás dejamos de sentir a diario.

Sonia dijo...

Que no perdamos nunca la ilusión...

Un beso.