Piedra Mala y coplillas repentizadas y malditas

La playa de Piedra Mala, uno de los paisajes más impresionantes y solitarios de Mazarrón.
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Dejad que sienta tristeza
a la hora en que el sol se va,
pues si os habeis dado cuenta
funciono a energía solar.

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Y que no os parezca extraño
que al atardecer me ocurra
como las flores silvestres,
mirad todos si soy burra.
Lo que al poeta parece
ser el colmo de poesía,
a mi me suele dar pena,
menuda suerte la mía.
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Dicen que es que todos somos
bien alondras o bien buhos,
alondras los que madrugan,
los que trasnochan son buhos.
Yo soy alondra, señores,
madrugo todos los días,
y como el pájaro canto
para expresar mi alegría.
de noche...jaja, de noche,
pues que me caigo de sueño,
no sirvo para las juergas,
y no las echo de menos.
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Ripios repentizados a deshoras.

El mar espumoso

El mar espumoso dicen
que se sube a la cabeza
como si fuera un buen vino,
como si fuera cerveza…
Pero yo digo que el mar
vivifica el alma muerta
y la lima luego y pule
como si fuera una perla.
Además digo que el mar
sabe quitarnos tristezas
que si el mar no las lavara
se nos quedarían puestas
como una túnica oscura
de lamentos y de pena.

garabato para un pensamiento

Siempre estoy garabateando en cualquier papel que caiga en mis manos, en un bloc casi sin hojas, he encontrado este dibujo mío, abajo lleva escrito un pensamiento, que me vino un día al comentar a mis alumnos ese poema de Salinas de "La voz a ti debida", tan conocido (Para vivir no quiero/ islas palacios torres/ qué alegría más grande/ vivir en los pronombres") .
Mi pensamiento no se expande en poema alguno, es sencillo y a la vez utópico. Sin más preámbulos, este es:

Para vivir yo quiero un huerto de sueños que germinen cada día.

Sirena

En el Arte se descubren auténticas maravillas y coincidencias asombrosas.

Sirena de dos colas, o de cola doble, que fotografié en el capitel de una iglesia en Ávila.

Le encuentro un parecido más que notable con el emblema de la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas.
Yo opino que es un capitel muy original, de los que me encantan, y que tal vez inspiró el emblema, que me parece genial.

Coplillas burlescas repentizadas

Por burlarte de to el mundo,
te has estirajao la boca,
mira tú que idea has tenío,
te ha quedao gesto de loca.

Me has dado un beso en la cara,
otro te devolveré,
cuando dos se quieren tanto,
son besos de buena ley.


-¿No adivinarás quién soy?
Dijo al taparle los ojos.
-Sí adivino, que palpando
te reconozco ¡piojoso!


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Estas figuras están esculpidas en los capiteles de las columnas del claustro de la catedral de Ciudad Rodrigo (Salamanca)

Lorca

He residido cinco años en Lorca, la Ciudad del Sol, y debo decir que esa ciudad me conquistó. Estoy profundamento conmocionada por la desgracia que se ha abatido sobre tan hermosa localidad.
Pero sé que los lorquinos son valientes y que saldrán de esta situación ayudándose los unos a los otros.
He visto por televisión destruidos muchos edificios que conozco. Cualquier comentario mal medido podría ser una frivolidad es estos momentos.

(En el dibujo la esquina de los Juzgados de Lorca)

Dos premios: de narrativa y de amistad

Pues sí, amigos míos, este jueves pasado recibí dos premios, uno fue de Relato corto, se trata del Premio Chimeneas Vigías, que convoca el Ayuntamiento de Alguazas, en Murcia. El otro fue una sorpresa: ¡encontré allí a Cabopá!
Aquí estamos las dos, tan contentas bajo la Chimenea símbolo del pueblo, frente al Ayuntamiento.


La cosa fue tal os cuento. A mí me acompañó mi hijo Juan, porque Javier estaba en valencia. Nada más llegar...
-¡Pero mira quién está aquí!
-¡Menuda sorpresa, Carmen!
-¿Qué haces tú aquí?
-He venido a recoger un premio literario...

-Te presento a mi hijo Juan Ignacio.

Carmen iba acompañada por unas amigas estupendas, simpatiquísimas, juntas paseamos un poco y visitamos la iglesia, que tiene un artesonado mudejar magnífico. Una de las amigas de Carmen era de Alguazas y conocía bien su pueblo.

No os canso con muchas más cosas, pero tener la compañía de Cabopá y sus amigas, que estaban en una de las primeras filas, me resultó extraordinariamente agradable. Por eso digo lo del premio de amistad.
Aquí contemplo el diploma que me acaban de entregar.
De veras, antes de que me lo entregaran no sabía qué premio iba a recibir, me dijeron que sería sorpresa y en el Acto proclamarían segundo y primer premio.

...Y fue el primero.

Aquí estoy con la Concejal de Cultura y el 2º Premiado en Poesía.

Mi premio fue de Relato, con uno que se llama "ASUSTAVIEJAS", ambientado en Madrid, sobre el acoso inmobiliario que padecen algunas ancianas que aún residen en corralas, antiquísimas, pero céntricas.
Con la Concejal de Cultura Isabel Zamora.

Los premiados descendemos del escenario.

Una última foto antes de montar en el coche para regresar a Orihuela.

El relato tiene siete folios. No os lo pongo, que os resultará cansado. Mi hijo lo grabó, pero a mí me da rabia verme, soy muy histriónica, expresiva en exceso, todo el mundo cree que soy actriz, y me da vergüenza cuando veo vídeos míos jajaja, en sustitución contaré una anécdota que me hizo mucha gracia:

Anécdota

La protagonista del cuento "ASUSTAVIEJAS" es una anciana de 92 años. El texto es un monólogo de la señora contando a un abogado altruísta su vida en la corrala y los padecimientos que sufre ahora.

Yo dramatice, accioné, puse voces, gemí...en fin, esa es mi forma de hacer una lectura expresiva.

Una señora del público debió de entender que Yo narraba Mi PROPIA VIDA, jajaja

Cuando terminé de leer y recibir los aplausos de rigor, intervino desde el patio de butacas:

-Pero es señora no tiene 92 años.

Yo contesté, desde el escenario:

-Sí que los tengo, pero es que me conservo muy bien.

Todo el mundo se echo a reir y yo creí que la señora hablaba en broma. Pero al salir, he aquí que se me acercó y me volvió a decir "Usted no tiene 92 años", y yo "Que sí, que sí que los tengo", y ella , accionando con el dedo índice oscilando ante mi cara, "No, no, no no. Si los demás se lo han creído, vale, pero yo no".

¡Jajajajajaja! Me encantó.

Oporto, sin orden ni concierto

Sin orden os ofrezco unas pinceladas de mi estancia en Oporto.

Al fondo el Hotel Plaza Batalha, donde nos alojamos, y uno de los típivos tranvías de la ciudad.

Aviso que el ordenador me está haciendo cosas raras, me ha borrado fotos y esta me la pone vertical porque le da la gana.


En la ciudad de Gaia descubro esta marca de cantero en una losa de piedra de la acera.

Mirad la maravilla de azulejería que tiene la iglesia del Carmen.

Una anécdota chistosa: en Portugal cierran todo a las siete de la tarde. Javier y yo tomando un refresco en una terraza, de pronto sale un camarero y comienza a recoger mesas, sombrillas y sillas como un loco jajaja, nos quedamos solos, no nos quitó las sillas...porque estábamos encima jajaja, pero ved la mía, vacía, claro, porque me levanté doblada de risa y le hice la foto a Javier, con cara de poker y el vaso en la mano jajajaj

AVISO: este chisme maldito me ha borrado ya tres fotos.



La torre de los clérigos, símbolo de la ciudad.

detalle de la azulejería portuguesa


UN comercio curioso

¡Este ordenador me está toreando bien!


La librería Lello &Irmao



La fachada, está prohibido hacer fotos del interior, pero si buscais en Youtube, hay miles.



Las casas de la margen del río Duero.



Más azulejos



El segundo piso del Claustro de la Catedral, azulejos que maravillan.

,,,

Catedral

En el puente

Este puente me impresionó, dos pisos, altura abismal, coches en el primero, el metro en el de arriba, vértigo daba mirar el agua de este inmenso río, y más a mí, acostumbrada al Segura, que no es ni la centésima parte de caudaloso.

Se llama Puente Luis I

Y se cruza para pasar de la ciudad de Porto a la de Gaia
Mientras se cruza se divisan los barcos como miniaturas , esta foto está sacada con el macro.

Precioso atardecer desde el puente, las aguas de viejo Duero resplandecen hasta cegar, sobre ellas, la flotilla de barcos bodegueros de Gaia, cargados de barriles de vino dulce de Oporto.

Oporto de infinitas hermosuras...

En el monasterio de Santo Spiritu, en Gaia...
Descubrí un artesonado compuesto de retratos de santos, y entre ellos...

mi santa, Santa Rosa de Lima.

Amablemente me invitaron a hacerle una foto. Es esta.

El río.

La flota.

El puente.

El barco que surca el agua.

El claustro majestuoso.

Y la turista que disfruta de su arte en piedra antigua y en azulejos maravillosos.

NOTA:

¡Nunca me ha costado tanto subir una entrada! Estoy luchando con ella desde el día cuatro!

¡ME RINDOOOOOOOOOOOOOO!!!!

Un viaje por tierras de Salamanca: Ciudad Rodrigo

Estas fotos que hoy os muestro están hechas por mí con mi cámara, por eso no estoy en ninguna, lógicamente, y la calidad es... vamos, que no soy la mejor fotógrafa del mundo, pero valen como muestra de mis vivencias estos días pasados.

Desde el coche, conducido por Javier, yo saco instantaneas del paisaje. Al pasar por Salamanca, atravesando el piuente sobre el río Tormes, la ciudad universitaria y monumental me seduce con la belleza de su mole catedralicea.

Llegamos a Ciudad Rodrigo a la hora de comer, el hotel estba en la Plaza Mayor, presidida por el Ayuntamiento.

La plaza mayor es bellísima. ya mostraré fotos de la Hospedería Audiencia Real, pues la mayoría de las fotos las hicimos con la cámara que llevaba Javier, mejor que la mía. La Audiencia Real es un palacio verdaderamente precioso, pero como monumento que es...no tiene ascensor. Resultado; me fastidié la rodilla derecha tirando de la maleta jajaja, el primer día (al subir o bajar cualquier escalón) iba fatal jajaja. Vamos, que llamaba la atención...Me pude reir como no os podeis creer.

Otra vista de la Plaza.

En mi camino me detengo ante la gracia incomparable de un rosal trepador escalando los muros de piedra de una casa adosada a la muralla.

Dos kilómetros mide el adarve de la muralla, que abraza la ciudad histórica. Fue un placer recorrerlos a primera hora de la tarde, deleitando la vista con el paisaje extramuros y con los monumentos que la muralla encierra.

El Apostolado en pleno, representado en la fachada de la catedral, a la luz dorada del atardecer.

Me llama poderosamente la etención la elegancia de unas columnas salomónicas, retorcidas como ramales de una trenza, y fotografío una de ellas.

Y este dragón en el relieve pétreo.

Me parece escuchar débilmente los acordes que tañe este músico medieval.

Un contraluz seductor en su belleza. En la fuente el cisne que sostiene la figura femenina eleva su elegante cuello. Las desnudas y nudosas ramas de los árboles se extienden como dedos artríticos hacia el cielo.

Una iglesia monumental cercana a la catedral.

En un palacio neogótico me enamora este detalle del balcón esquinero.

Y la majestuosa portada. Dos maceros custodian el escudo de armas bajo una ventana con parteluz gótico.

Adoro las portadas redondas, compuestas de dovelas. Son de lo más sugerente. Desde niña he sentido predilección por ellas. No sé por qué motivo me hacen soñar. Me quedo embobada ante cada una que encuentro.

Y un canalón de lluvia historiado en hierro me saluda. No paso de largo sin sacarle una foto. Y sé que me lo agradece, porque pocas personas se fijan en su escondida faz. Harta de la húmedad de la lluvia que la recorre por dentro, el guiño de la máquina de fotos la halaga y la reconforta.

A todos nos gusta que nos aprecien ¿no es así? Pues bien, pequeña faz de hierro, te aprecio y me complazco en tus rasgos estáticos que han visto pasar los días desde tu posición adosada a la pared.



Ya es casi de noche cuando descubrimos la belleza del edificio de Correos, con su balcón voladizo esquinero, originalísimo.

Encontramos en el paseo a un señor que se nos acerca y cortesmente nos descubre maravillas insospechadas de su ciudad, por ejemplo, una portada románica solamente visible si uno dse acreca a mirar un pequeño ventanillo de una portada más moderna. Es un placer conocer a algunas personas que parecen adivinar en nosotros la pasión por el arte y nos hacen espontáneamente de cicerone.

Dejo aquí el reportaje que continuará con más y mejores fotos.
He avanzado mucho en la novela, tanto que pienso tomarme mi último día de vacaciones (hoy) de asueto.