CATÁSTROFE
Sobre aquel pequeño témpano de hielo a la deriva por el océano Glacial Ártico, los dos desafortunados exploradores se morían de frío.
Aún tenían consigo el trineo de madera en el que les había sorprendido la catástrofe. El más ingenioso de los dos, arrancó un par de palitroques y frotándolos enérgicamente, consiguió hacer fuego para calentarse. Hubiera sido mejor que no lo consiguiera. El hielo tardó menos de una hora en derretirse.
2 comentarios:
Me gustan los microrelatos, es lo mío,jeje. Más largo me canso de escribirlo. Estos 3 que he leído son buenos y breves...
un beso
Yo prefiero escribir cosas extensas. Me resulta dificilísimo condensar la expresión. Pero es un juego literario más.
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