martes, 30 de diciembre de 2008

Mar Cantábrico, de Pedro Díaz-Obregón


Ha sido un regalo inesperado. Este óleo de Pedro Díaz-Obregón Barajuan, un excelente pintor, un excelente amigo.
Decía mi admirado poeta Jorge Guillén algo así como ."Amigos: lo demás es selva".
Cito de memoria, pero casi estoy segura de que la cita es fidedigna. Y si no lo es, la suscribo, la proclamo, la asumo y la hago mía.
Tengo varios amigos pintores, en mi familia también los ha habido y los hay.
Pintores, escritores... algo hay que hermana y amiga... Fuera queda la selva enmarañada.
Pero, fuera de consideraciones de este tipo, voy a presumir de regalo rumboso. Ahí es nada, recibir por correo certificado una obra de arte como esta marina.
La luz escapa del cuadro, las olas tienen movimiento, las nubes danzan en el celaje norteño.

A Pedro Díaz-Obregón, muchas gracias.
A los demás, la recomendación de que visiten su blog Y la página de su "Museo Pobre", está en Google. Merece la pena.

3 comentarios:

Juan Patricio Peñalver dijo...

Desde mi "lugar" de la Huerta...
¡FELIZ AÑO NUEVO!

Rosa Cáceres dijo...

La primera felicitación que recibo en el blog.
Desde el corazón, FELIZ AÑO para ti también, Lugareño.

Amig@mi@ dijo...

Como pintora, se lo que significa regalar un cuadro. Tienes que ser muy especial para él, porque además es un cuadro lleno de fuerza.
Besos y enhorabuena.