domingo, 27 de septiembre de 2009

Un fragmento de "El Emboscado" (un travestido de la Edad Media)

Hoy, que sigo con mi tendinitis o lo que sea este martirio que padezco, os presento un fragmento de la novela que algunos amigos me ayudan a promiocionar en este foro:
Gracias a cabopá, a José Luis, gracias a Arantza, mi primera compradora, a Antonio Verdú... a Luis G. y a todos los que me animan en estadifícil vida de novelista casi desconocida...para quien no busque mi nombre en internet, claro, que llevo seis novelas, seis...jajaja


Tened en cuenta que extraigo el texto del manuscrito, no del libro, así es que ni la letra ni la maquetación corresponden con las de la edición, que es francamente cuidada.

18 - EL CINTURÓN DE CASTIDAD

Es la voz del juglar tan bella que deleita los oídos de todos cuantos celebran la llegada del amable otoño mediterráneo, lleno de frutos, entre ellos, el fruto más precioso: el de la paz. Es la tregua del frío. Yusuf ben Yasín no atacará durante tres meses o quizás un poco más. Es un acuerdo tácito –único resquicio de cordura y benevolencia- entre moros y cristianos. Las hostilidades cesan en la estación más cruda del año y es posible hacerse la ilusión de armoniosa normalidad.

Senhora, piedad por Dios,
aved algún duelo de mí
míos ojos son como ríos
desde el día que os vi.

Las doncellas suspiran. Tienen los ojos puestos en el bardo caminero que hace soñar con su aterciopelada voz que ellas son las poderosas dueñas de la voluntad de sus amadores.
Desde que Ramón Berenguer casó con Dulce de Provenza, la moda del amor cortés hace que las mujeres vivan ese espejismo de señorío sobre el hombre, cuando, en realidad, su situación es bien distinta. Siempre soportando la espera, la aspereza del guerrero y hasta la violencia.
Hoy, por ejemplo, hay una sombra de odio en el ambiente. Entre las damas se nota la ausencia de la bella Violante.
Los reproches callados se dirigen a su viudo, Carlat de Millau que con el ceño adusto se mantiene apartado en un rincón del gran patio.
-Él la ha matado –dice entre dientes doña Leoneta, su mejor amiga.
-El cruel, el despiadado… -asiente doña Blanca.
-Don Ubaldo me lo contó –reitera doña Leoneta.
-¡Hablad! –ruegan algunas damas rodeándola.
-Para mí no es un secreto tampoco –señala doña Irene-, a mí me lo confesó ella misma antes de morir.
-¿Pero, el qué? –interrogan las que no saben nada.
-¿De veras no lo sabéis? – pregunta doña Irene-. Yo os contaré la cruel historia del fin de una honesta dama cuyo único pecado consistió en su extraordinaria donosura ¿Acaso no eran notables su talle y la blancura de su tez? No había dama más honesta y honrada. Pero Carlat, su esposo, dio en la pasión de los celos y la sospecha.
La voz doliente de la amiga va desgranando la cruel historia.


Carlat ha de partir siguiendo las montañas y luego el curso del río Bohilgues, que forma un profundo valle, para intentar con las huestes cristianas la reconquista de Ademuz. La campaña se presenta difícil porque el enclave resiste las acometidas cristianas y no hay demasiadas esperanzas de expulsar a los infieles esta vez tampoco Forman la expedición un puñado de caballeros valencianos, aragoneses y navarros que aunan sus fuerzas en el empeño. Pero se prevé un asedio dilatado.
Carlat ha dado en creer que un caballero, que no los acompañará por estar herido de consideración y quedará por ese motivo en el castillo, mira con ojos de deseo a doña Violante y ha creído sorprender en ella ciertos asomos de rubor complacido que lo han puesto a él al borde de la locura.
El caballero llámase Mainardo de Sant Audifaz y tiene en un hombro una profunda herida causada por una vira que le arrojaron desde un torreón en la última jornada de lucha.
¿Qué hacer? –se pregunta Carlat- ¿Cómo partir a la guerra dejando la paloma al alcance de las garras del azor?
Entonces piensa y cruza por su mente una idea infernal: pondrá a su joven esposa un cinturón de castidad y se llevará la llave.
Llora la infeliz Violante pero de nada le sirve. El cruel artilugio se ciñe a sus caderas y se atornilla a su cintura, aherrojando su entrepierna con su presión dolorosa y su roce lacerante.
Carlat parte a la lucha con la convicción de que su tesoro está a salvo, pues sólo él tiene la llave de entrada a él y solamente si él muere otra llave –que se encuentra a buen recaudo, escondida bajo una piedra de su cámara- será utilizada para liberar a la viuda de su tormento, una vez se rompan los fuertes sellos de lacre del testamento de su dueño y señor. Mejor será, sin embargo, que él vuelva sano y salvo para liberarla personalmente.
Pero ningún plan se cumple. A los pocos días de partir el guerrero, la dama enferma de gravedad. Ha sobrevenido la infección. Las heridas y abrasiones causadas por los hierros que la han atormentado día y noche, se han contaminado con la orina y las heces, sin contar con la sangre del mes, que ha venido a aumentar su martirio.
La fiebre la consume. Sobre su lecho yace la infeliz con las piernas separadas y las ingles supurantes, que dos compasivas dueñas ancianas intentan limpiar como pueden. Pero todo es inútil. Violante parece una mártir que sufre el suplicio del hierro hasta la muerte. Y la muerte llega, en medio del delirio de la fiebre y las convulsiones violentas que provoca en la víctima de su fuego.
Se lamentan las damas y plañen su dolor como si cantaran endechas luctuosas. En sus plañideras palabras hay un deje de temor ante a perspectiva de correr la misma aciaga suerte que la hermosa Violante y un asomo del rencor que la esclava guarda hacia el tirano que la esclaviza.

La bella malmaridada
no quiere vivir ansí.
No ha querido tal fortuna,
ni tal tormento sufrir.

La vocecita feble de doña Urraquita, la más tierna entre las doncellas, ofrece su canción a la dulce ausente.







24 comentarios:

Juan Patricio Peñalver dijo...

Amiga Rosa, regreso a tu bitácora en buen momento, por lo que veo: justo cuando has decidido ofrecernos un fragmento de tu "emboscado". Resta decir que tienes una prosa exquisita y que la lectura de dicho fragmento me ha resultado muy agradable, además de interesante. Y para no perder la costumbre, como siempre que te leo, he tenido que buscar alguna palabra en el diccionario, y dado que soy una persona a la que le gusta aprender siempre cosas nuevas, no puedo hacer menos que agradecerte ese léxico tan rico que te caracteriza y que tan didáctico me resulta a mí.

Si bien, he de decirte que ni siquiera tenía conocimiento de que por fin habías publicado la novela. Supongo que la "presentación oficial" aún no ha tenido lugar...

En fin, espero que te mejores de esa molesta tendinitis.

Un abrazo.
Desde mi lugar de la huerta.

Rosa Cáceres dijo...

Lugareño, cuánto me alegra tu regreso, te echaba de menos.
Verás, la novela ya ha salido, después de muchas pruebas y esperas desquiciantes.
Si tecleasel título y mi nombre te saldrá la noticia y la Editorial Club Universitario ofrece las 44 primeras páginas para ojear y hacerse una idea.
Yo también he ofrecido otros fragmentos en entradas anteriores.

Se presentará en Alicante cuándo quiera lea Editorial, de momento, es seguro en la CAM de Orihuela el 18 de noviembre. Y en el Gaya, a falta de confirmar fecha, unos días después.

Espero verte en alguno de esos eventos.

Lo del léxico es que es mi vicio, jajaja, además una novela ambientada en la Edad Media habla de cosas que hoy en día no nos son comunes, así pues, es natural que haya palabras chocantes por ahí.
Todos los días se aprende algo, yo agradezco cada cosa que me enseñan y no sabía. Es maravilloso adentrarse en otros mundos, en otras épocas, incluso en otras almas.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Rosa, te doy las gracias por enriquecerme con tus entradas.
Cuidate mucho.
Besos.Montserrat

Cathy Brown dijo...

Ehhhhh,Rosita me olvide de respirar!!!!!!!que novelon....quiero mas,quiero mas!!!!!!!lastima que estoy lejitos para comprar el libro....¿lo conseguire en las librerias de Argentina?Besos

Rosa Cáceres dijo...

Montserrat, gracias a ti por visitarme.

Rosa Cáceres dijo...

Cathy, no tengo ni idea. No lo creo. Pero en Internet nunca se sabe.
Me informa una de mis Editoriales (Tes Fronteras) que mis novelas con ellos se van a digitalizar por acuerdo con Google.
De momento, de sta hay 44 páginas en ECU, basta teclear en Google el título y mi nombre, y entrar en ECU, en ojear libro.

L. Gispert dijo...

Rosa, encantado de seguir tu camino literario, del que me siento ya muy unido, gozando de la lectura de tu primera novela.

Que te mejores pronto de esa tendinitis, amiga.

Besos.

Rosa Cáceres dijo...

Luis G. muchas gracias
¿No has recibido carta mía? Bueno, ya llegará.
Creía que no ibas a empezar "Aura" hasta dentro de unos días, espero que si ya te has adentrado con mi novela en Filipinas y en La Mancha, estés disfrutando de los paisajes, en especial de los paisajes humanos.

maruxiña dijo...

tendinitis??? he oído tendinitis??? te compadezco, yo la padecí hace un año en el pie derecho y lo pasé muy mal. ánimo.

Biquiños miña!

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Rosa ya te he mandado un email con mi dirección.no tardaré en hacerte algún pedido.Besos

Rosa Cáceres dijo...

maruxiña, no lo estoy pasando bien, es verdad. Esta mañana, en la pizarra, me he acordado de la tendinitis y la madre que parió a la tendinitis, pero ¿cómo explico el análisis sintáctico si no?
Bueno, pero yo soy sufrida. Aquí estoy jajaja

Rosa Cáceres dijo...

Montserrat, no me ha llegado el email, pero bueno, aquí estoy esperando pedidos jajaja.
Muchas gracias de antemano.

Cabopá dijo...

Del cinturón de castidad,sólo diré que crueldad tan infame........
Me ha gustado mucho este fragmento, que lenguaje más bien traido y que buena eres prosando y rimando si es que se puede decir asi.......
No me perderé la lectura de "El emboscado" Nos estás poniendo los dientes largos, los de leer........
Besicos.

L. Gispert dijo...

Hola, Rosa, únicamente decirte que todavía no me ha llegado la carta. Espero recibirla mañana, ya que pasado salgo de viaje. Respecto a "Aura", he llegado hasta Zafranera. Continuaré con su lectura el miércoles, acompañado por el susurro -o traqueteo- del tren.

Besos.

Rosa Cáceres dijo...

cabopá, eso y más hay en esta novela. La Edad Media es una época que he estudiado muy a fondo, se puede decir que soy medievalista más que otra cosa. He intentado aligerar el léxico y "actualizar" los usos lingüísticos, para que se lea con naturalidad y facilidad.
La redacté con la sintaxis propia de la época y luego la rehice quitando todo cuanto sabía que podía dificultar al lector medio jajaja qué tontería, doble trabajo, pero es que me dejé llevar por todo el tema del amor cortés, las danzas de la Muerte y todo eso, que me apasiona...
Ya opinaréis los potenciales lectores.

Rosa Cáceres dijo...

Luis G. mandé tres cartas y las otras dos han llegado, si se hubiera perdido, ya volvería a insistir con otra. Más se perdió en la guerra de Cuba...y venían cantando.
Estoy disfrutando con tu libro de segorbe, es una prosa azoriniana, exacta, justa, riquísima, con enjundia. Eso hace mis delicias como lectora.
zafranera es un topónimo que me inventé yo...espero que te ayude a conocer los usos y la idiosincrasia manchega.

Perlita dijo...

Querida Rosa, te deseo que esa tendinitis no te dure porque...¡madre, qué dolorrr! Mañana te comento, pero hoy, desearte que te mejores porque hace doce o trece años tuve una en el hombro y fue la primera y única vez en mi vida que tuve que estar de baja.
Un beso...

fonsilleda dijo...

Yo también sufrí una "buena" tendinitis y, después de un montonazo de inyecciones de vitamina B, dejó de doler, cuando le dio la gana. Así que, si es eso, ármate de paciencia.
Espero que vayas mejor.
Bicos

Miguel dijo...

Tienes soltura y buen estilo, y sapiencia en lo que cuentas. Todo ello hacen de ti una escritora. Anímate que seguirás publicando.

Un abrazo.

Rosa Cáceres dijo...

Perlita, no quisiera la baja, madre mía, que si no se me amontona el trabajo y pierdo el norte...
Voy a toda velocidad, agobiada, la verdad, en los comienzos de curso, hasta que la cosa echa a andar.Pero en fin, gracias por los ánimos.

Rosa Cáceres dijo...

Fonsilleda, eso creo yo, que duele todo lo que quiere y se quitará cuando le dé la gana.
A ver si tengo que cambiarle el nombre al blog jajaja "Diario de una contractura en el cuello" o por ese estilo.

Rosa Cáceres dijo...

Miguel, muchas gracias. Y hoy también ¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!! que es tu santo, espero que lo pases muy bien en compañía de tu familia.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola Rosa en este momento te he mandado otro email en tu correo gmail, en que te adjunto la tarjeta con mis datos.
A ver si los otros se han perdido como spams.
Espero lo recibas ahora.Besos

Rosa Cáceres dijo...

Montserrat, sigue sin llegarme, no sé a qué será debido, porque recibo los que me mandan normalmente.
A ver si es que no te di bien la dirección:

rosisluna@gmail.com