miércoles, 14 de enero de 2009

Más "amor" de pala

La chumbera estaba llena de heridas hechas por amor. tan llenas estaban las pinchosas palas, que más de una ostentaba-ahí está la prueba- alguno más de los dos nombres de rigor, tal como si se tratara de un ménage à trois o de la indeseada ingerencia de un tercero que hiciese caso omiso de que tres son multitud en ciertos asuntos.
Algunos nombres eran el testimonio de que la dichosa palera había inspirado deseos de perpetua declaración amorosa a individuos de diversas nacionalidades, anglosajones, germanos -buscando el calor mediterráneo del vegetal propio de áridos climas calientes- y, naturalmente, sureños seguramente promotores de la idea de escribir en las crasas y sufridas palas.
Ninguno de los enamorados pensó en lo que Illán Vivas señala con aguda observación, a saber, que el amor sobre un lecho de espinas es complicado.
Pero es que el enamoramiento ardoroso y juvenil que impele a rotular con el nombre de la amada paredes, árboles y muros, no se detiene ni siquiera ante la dolorosa aguja casi transparente de esta planta, porque es amor sin freno, esto es: desenfrenado y frenético.
Y ojalá todos los amores se perpetuaran en esta gloriosa intensidad de sus inicios.

2 comentarios:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

¡¡Dicho!!!
Besos y amor
je

Rosa Cáceres dijo...

Gracias, bonita.
Besos también para ti.