Un bodegón que pinté hace ya tiempo me lleva a reflexionar sobre la belleza de lo cotidiano, de cosas que nos pueden parecer sencillas y hasta vulgares, pero que si nos faltaran valoraríamos en mucho. Son tesoros que tenemos a nuestro alcance, belleza, brillo, color, sabor, frescura, aroma...
Hoy al amanecer me ha maravillado como cada mañana el canto de los pájaros más madrugadores. Siempre me pone de buen humor oírlos. Para mí son un aderezo inestimable de la vida a esa hora temprana que tanto me agrada, un regalo que a algunos puede parecer inútil y a mí me parece medicina para el alma.
Creedme, la belleza es curativa, saber apreciarla es comenzar a andar por la senda de la felicidad y la calma.
35 comentarios:
Buen domingo querida Rosa:
Ves ahora mirando tu bodegón aprecio una bella que está al alcance de mis ojos humanos.
Cuando prestamos atención, a las cosas sensillas y bellas, la mente se aclara, se calma y la paz interior nos acompaña.
Mil gacias por compartir estos pensamientos.
Espero que tu costipao ya se haya ido a hacer puñ....
Besicos, Montserrat
¡Cuánta razón tienes! A veces no apreciamos la maravilla que nos rodea, llena de colores y sabores. O los problemas no nos dejan disfrutar de lo que se nos ofrece a raudales.
Un saludo en este domingo esplendoroso.
es bueno reconocer el valor y la belleza de las pequeñas cosas que nos rodean. En este bodegón, aparentemente formado por frutas y vasijas de poco valor, sabes hablar del verdadero valor de cada una de ellas por independiente. Eso está muy bien, amiga Rosa
es bueno reconocer el valor y la belleza de las pequeñas cosas que nos rodean. En este bodegón, aparentemente formado por frutas y vasijas de poco valor, sabes hablar del verdadero valor de cada una de ellas por independiente. Eso está muy bien, amiga Rosa
Totalmente de acuerdo. Lo que sucede es que a veces, sólo unas pocas, tienes el aprecio ocupado en nonadas y ello te impide apreciar lo que realmente importa.
Tus optimistas letras, por ejemplo.
Bicos.
La belleza está presente en las cosas más sencillas. Como un nido, que descubrí ayer, en el interior de un antiguo refugio bélico, envuelto en sombras.
La belleza está en tu bodegón, en nuestro mundo, en los sentimientos que se arraciman cada día...
Un abrazo.
Luis.
Las cosas sencillas suelen ser bellas; el aderezo para la vida lo ponen las personas como tu...
Nos dejas tus pensamientos al lado de una obra de arte y nos llevas de la mano con tus bonitas palabras
Besicos Sra de Oriola...
Saber reconocer la belleza de lo cotidiano es un verdadero arte. Un abrazo.
Pues de sencillo nada. Está precioso, amiga.
La belleza... Saber mirar.
Un abrazo
Llevas razón solo sabemos protestar y no nos paramos a apreciar las cosas sencillas de la vida, la que tenemos cada día a nuestro alcance... a mi también me encanta escuchar por la mañana el cántico de los pájaros.
Besos.
Cuando duermo en La Alberca, me despierta el gorjeo de los gorriones.
Tanto me gusta, que un verano lo grabé y me lo llevé a la playa. Otro tanto hice con los grillos y con las chicharras para enfado de mi chica.
Un saludo.
P.D. Hemos tenido una improvisada competición de trovos entre MªJesús, Isabel,Tordon y Antonio. Te he echado de menos.
Hola Rosa, la entrada que pone Aurelia tambien es mía, lo que pasa es que estaba en el correo de mi madre y salió con su nombre.
Te escribo ya que ayer estuve en una comunión y me comento una chica que conozco ya hace bastante que era compañera tuya de instituto. Imagino que sabrás quien es, me hizo mucha ilusión cuando de pronto se pone a hablar de ti.
Montserrat, cuánto me alegran siempre tus comentarios. Estoy algo más recuperada, poco a poco. Me queda voz de pato, jajaja, y tos de perro.Una granja completa...no quiero seguir con símiles jajaja
Cayetano, algunas veces lo que me ocurre es que quiero deciros algo y no tengo tiempo sino de hacerme presente con algún pensamiento sencillo y seguro que compartido.
Palos gordos que da la vida enseñan a apreciar lo bueno que nos depara. Aunque sin palos aún, yo de niña me quedaba extasiada ante una estrella, una campanilla rosada o una mata de tomillo...
Álvaro (y Aurelia), de niña mi madre me llamaba "Rosa mística", por lo mucho que ya me gustaba contemplar los detalles bonitos de la naturaleza. Mis motes familiares eran abundantes, jajaja: Rosa mística, Flor de invernadero, Flor de Estufa, Mantequilla de Flandes, "Barrigaverde" (yo blasonaba de murciana con padre y madre cartageneros...ahí es ná, el valor jajaja), Ratón de Biblioteca
Así es que...me gustaban y me gustan los detalles que aderezan la belleza natural.
fonsilleda, no sé lo que me pasa pero tengo dos facetas, la trascendente, profunda y hasta fatalista, y la que me impulsa al optimismo e incluso al chiste y la carcajada. Como se equilibran...voy tirando "p´alante, como los de Alicante".
Luis, no me cabe duda de que en eso nos parecemos. Un nido...me enternecen los pajaricos que anidan. En mi Instituto, en la terraza a la que da mi Departamento, anidan golondrinas. Se las puede ver trabajando en formar esa especie de cápsula que pegan al techo en los rincones.
Muchas veces, si subo a preparar exámenes o a corregir, me distraen sus trasiegos.
Una golondrina no hace verano, dice el refrán, pero muchas, alegran "tocando con el ala los cristales", como diría Bécquer.
cabopá, preciosa amiga, no puedo más de frustración de estar malica ahora, con todos los exámenes, con todos los manejos literarios que llevo por otro lado...¿Por queé seré como la princesa esa del cuento que notaba el guisante bajo siete colchones y se levntaba llena de cardenales? jajaja. Cuánto envidio a los que no se acatarran en primavera. Mal rayo parta a los catarros. Pero hay que resignarse. Aunque llevo una temporadica, que me caen los chuzos de punta por todos lados.
emejota, ese arte de reconocer "TO KALON" (lo bello, como dirían los griegos) es antiguo y muy rentable anímicamente. Para mí no tiene igual el placer de expandir el espíritu ante el milagro de lo sublime (sea natural o artístico)y apropiarme con fruición de ese regalo para los sentidos y para el alma.
Amig@mi@, hace tiempo que me atrae má la ilustración de mis historias, en dibujo, que pintar, aunque algunas veces me entra la fiebre pictórica y me paso días sin parar, rodeada de pinceles t tarros de pintura. Pero es que el aguarrás y la trementina se me hacen difíciles de aguantar.
MAYTE, hay un pájaro, que no sé cómo se llamará, que silba como una persona con un silbido prolongado que me pone de un humor excelente, se le oye especialmente por los patios.
Otra cosa que me pone contentísima de siempre es el canto del gallo.
No lo puedo remedir, si el gallo es de los afónicos, es que me muero de risa.
Thornton ¿Sabes que yo viví de muy niña muchas temporadas en La Alberca? Teníamos casa alquilada y recuerdo con inmenso placer la primavera en el monte, o las caminatas hasta El Valle, con mi padre, al que yo adoraba.
Me has tarído entrañables recuerdo y te lo agradezco.
En cuanto a esa competición de trovos ¿cómo no me habeis lanzado el guante a tiempo? ¡Menudo disgusto no haber participado en ella! ¡Que no se repita eso de no avisarme jajaja! Aunque ya sé por lo que no lo hicisteis, ladinos, bien sospechabais que os iba a vapulear a todos jajaja
Álvaro ¿quien era esa compañera? Acaso Mº Dolores Cuadrado?
Rosa, bellísimo bodegón, realmente me ha gustado, siempre lo he dicho, si eres magnífica escritora, en el mismo grado pintora.
Enhorabuena.
Como vas con el resfriado, esta es una época favorecedora de tales eventos, curate pronto, que viene el "verana" para disfrutar como una enana.
Un abrazo.
Antonio, muchísimas gracias por tu benévolo juicio sobre mi pobre arte pictórico, jajaja, si no fueras tan generoso, otro sería, seguro.
Y más gracias aún por tus buenos deseos de salud, estoy deseando "vivir" un poco.
Estoy contigo, Rosa, la belleza es curativa y, saber apreciarla, es la mejor de las terapias, sosiega y enaltece el espíritu.
Buen texto. te felicito.
Besos. María.
"Aquellas pequeñas cosas" a las que aludía el gran Serrat son eso que tú cuentas en el post. Me ha parecido de una sencillez sublime. Me encantan esas cosas cotidianas, esos sonidos, esos olores, esas rutinas...
Un beso.
María Bote, tú que sabes de poesía, conoces la entraña de cada sílaba y casa aleteo de mariposa. La belleza está en tantas cosas...
Miguel, has empleado una palabra que denomina algo la gente no sabe apreciar por lo común. Me refiero a "la rutina". Para mí establecer ciertas rutinas es la clave de la serenidad, siempre que no se conviertan en obsesiones, claro. Las costumbres son nuestro hogar las más de las veces, lo conocido, lo acostumbrado, lo nuestro...
Si no tuvieras la belleza en el interior, no sabrias apreciar la belleza de las pequeñas cosas, hasta el canto de un grillo monocorde, es maravilloso cuando suena en una noche de luna inmensa y calma total.
Un abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.
Rosario, de niña deseaba hacer una jaulita pequeña y tener allí un grillo, para alimentarlo con trocitos de tomate y oírlo cantar para mí. No pasó de ser un deseo infantil, pero sí es cierto que relaciono ese canto con las noches tranquilas del verano. Me pone alegre.
Hola Rosa. Muchas gracias por compartir esos pensamientos, que acompañados de un bodegón con mucho estilo, se convierte en una grata visita.
Un abrazo
Tal y parece que tú y yo fueramos almas gemelas con respecto a pa percepción de la naturaleza.
Yo también disfruto horrores con el canto de los pájaros al amanecer...
Mañana lo haré admirando tu bodegón.
Besos
Criss, cuando una persona comparte un placer, el palcer se multiplica, cuando una persona comparte un pensamiento, el pensamiento se decanta y se depura, cuando una persona encuentra amistad compartiendo, se enriquece hasta lo indecible. Gracias por tu visita.
verdial, estoy segura de que ambas compartimos muchos de nuestros gustos, por ejemplo, el de la pintura de Julio Romero de Torres. Siempre que veo tu imagen de presentación me acuerdo de su pintura, que me ha inspirado varios relatos.
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