viernes, 13 de noviembre de 2009

Hojas secas

Uno de mis cuadros hechos con hojas y flores prensadas y secas.
Me sirve para ilustrar un poema errante.



Es tan fácil ¡tan fácil!
hablar de dolor es esta vida,
es realmente tan fácil
contagiar el dolor con la palabra...
basta decir lo que sucede en tantos sitios,
basta mirar hacia Israel o Gaza,
basta considerar -¡Señor, qué pena!-
las veces que la muerte nos traspasa,
enseñándonos criaturas que agonizan,
la miseria en que malviven
o malmueren
niños, cuya inocencia
llaga el alma
y nos amarga.

¡Pero qué difícil resulta vencer ésto
y hablar, en cambio,
de vida, de alegría y de esperanza!

¡Tristes guerras,
crueles amarguras!
La codicia instiga, arrambla y acapara,
hace negocio hasta de la guerra,
amasa el oro y en fiestas se lo gasta,
hay hartura en las mesas
hay joyas en los cuellos,
sortijas en los dedos,
hay lujurais saciadas.
Y si viene la hambruna para otros
¿qué importa? ¡Nada ocurre, nada pasa!

¿Quién nos hablará, Dios mío, en otro tono?
¿Quién nos dará ese rayo de esperanza
sin el que es imposible seguir vivo
( no digo en cuanto al cuerpo,
sino dentro,
en el centro del centro
en donde habita el alma)?

Es tan fácil sembrar el campo de amargura...
ya ves,
la tierra está abonada,
de minas soterradas,
de tristezas,
de tantas cosas duras como pasan...


Pero yo quiero plantar cara a esta lluvia
de palabras amargas como lágrimas.
¡Dame, Señor, la fuerza y el acierto,
para saber decir una alegre palabra!

31 comentarios:

Cayetano dijo...

Muy bonito el poema, en la mejor línea de la poesía social de nuestra literatura. Me recuerda mucho el tono de los poetas de postguerra: esa denuncia de los males de la humanidad, con amargura y delicadeza, con sencillez y a la vez con profundidad. Porque han pasado los años, pero los problemas siguen estando ahí para muchos. El poema rebosa sinceridad por todos sus poros y ayuda a sacudir nuestras conciencias dormidas ante el espectáculo de injusticia que nos rodea. Me ha gustado mucho.
Un saludo.

Rosa Cáceres dijo...

Cayetano, muchas gracias. La verdad es que puede que tengas razón, son muchos años explicando eso de "Hijos de la ira" ¿verdad?.
Aunque mi poeta favorito es Jorge Guillén, el poeta del optimismo.
Creo sinceramente que es mucho más fácil hacer llorar que hacer reir. Yo respeto profundamente a los que provocan la sonrisa amable, a los humoristas, a los comediantes...y doy gracias por cada uno de ellos.
Estamos con el alma preparada para la siembra de amargura, no cuesta trabajo que germine, están los surcos arados por la cuchilla del día a día...pero sembrar la sonrisa, y más aún la risa, remedio de tantos males del alma, es otra cosa.

roxana dijo...

hOJAS SECAS QUE CAEN PARA DAR LUGAR A LAS NUEVAS. lAGRIMAS QUE SON NECESARIAS Y PALABRAS DE DOLOR PARA SACAR DE NUESTRA ALMA LA AMARGURA Y PERMITIRNOS TENER MAS ESPACIO PARA RE-COMENZAR! ES ASI LA VIDA! NADIE SE SALVA DE ESTE MOVIMIENTO! POR ESO LOS QUE ESTAN MAS ENTEROS DEBEN AYUDAR A LOS QUE EN ESE MOMENTO NECESITAN LA AUDA Y SER HUMANOS! COSA TAN RARA DE VER EN MUCHA GENTE DE PODER!

Rosa Cáceres dijo...

Roxana, así es. Regalar alegría es acto generoso, ya lo dicen las obras de misericordia, consolar al triste.
Tosos necesitamos alguna vez esa palabra de aliento, es más difícil darla que la palabra de queja, la palabra agria, que nos sirve de desahogo...pensemos antes de pronunciarla.

Arantza G. dijo...

Que bonito.
Me gustan mucho los cuadros con hojas secas; es una forma de seguir dándoles vida.
Besitos con cariño.
Y el miércoles...te los metes todos en el bolsillo.

Gala dijo...

Precioso poema dedicado a todas esas personas inocentes que sufren el egoismo y deshumanización de
gentes sin escrupulos.
Me gustan tus cuadros, muy bonitos.

Un besito

Ramón de Mielina dijo...

Siempre me ha gustado cómo las hojas y las flores van cambiando de color según se secan, según pasa el tiempo... bonito!

Cabopá dijo...

"Pero yo quiero plantar cara a esta lluvia
de palabras amargas como lágrimas"
Me gusta todo el poema errante, y me quedo con estos dos versos......
Tus hojas secas y flores prensadas con esos marcos tan majestuosos, son preciosisimos........ Yo tengo unos cuantos porque mi hermana hace unos que son una maravilla....Los prensa en una PRENSA que le hizo nuestro padre y que guarda y conserva con mucho cariño.......Un día pondré unas fotos.... A lo mejor mañana mismo.
Besicos.

Cathy Brown dijo...

Hada..el cuadro es bellisimo!!!!y el poema...hummm..te traspasa el alma,Dios mio estamos viviendo tiempos tan dificiles aca en Argentina no da para mas...si no cambia algo pero ya...se nos vienen tiempos brrrrrrrr,de solo pensarlo me da escalofrios.Besotes Hada.

L. Gispert dijo...

Un festival de marrones y de formas, en artística disposición, adornan ese recoleto rincón. Y.... hay que sembrar con la poesía, como haces tu Rosa, esa esperanza, huérfana en muchos lugares, para lograr un mundo mejor, y que las palabras florezcan como alegres primaveras. Pero.... no sé.

Saludos.

Rosa Cáceres dijo...

Arantza, hace un par de años me dio por las flores prensadas, hice cuadros a montón, regale algunos, terminé tirando a la basura otros.Eran demasiados y tampoco tienen mérito alguno, pero conservé este díptico de hojas que han ido adquiriendo ese color dorado de la sinfonía otoñal que me enamora. En estas tierras de naranjos, limoneros y palmeras, no se encuentran esas tonalidades, variadas, espetacularmente hermosas que se ven en las arboledas de La Mancha, de Castilla, de Cataluña... por eso estimo tanto este cuadrito.
Ya tengo pensada la intervención del miércoles.

Rosa Cáceres dijo...

Gala. agobia el dolor ajeno y más ser testigo de la indiferencia con la que los grandes del mundo la presencian sin poner medios para remediarla.
Ya de niña escribía yo poemillas en los ue decía que era imposible ser feliz, pues que existía tanto dolor en el mundo.
Hoy he aprendido que en el pequeño mundo de los que nos rodean y conviven con nosotros, no hace ningún bien la tristeza y que tampoco se remedia nada con ella.
Hagamos lo poco que está en nuestras manos, pero no escatimemos tampoco esfuerzos para sembrar un poco de alegría en nuestro entorno. El mundo está tremendamente necesitado de amor y de alegría.

Rosa Cáceres dijo...

Ramón, exactamente lo mismo me pasa a mí, es una metáfora de la vida, como lima asperezas (colores en este caso) como se vuelve serena, "sabia"...y en las hojas secas se encuentra la "savia" sublimada, como en una reliquia vegetal, la imagen dulce de lo que fue belleza exultante.

Rosa Cáceres dijo...

cabopá, prensar flores no es difícil, basta papel de periódico y peso encima. Ya te digo que este es el único que me he quedado. Hoy veíamos los árboles de aquí, todos verdes, sin tonalidades ocres, doradas, rojizas, como en tierras más al norte, y comentábamos la maravilla que es ese espectáculo de otoño, del que aquí no podemos gozar. Menos mal que la primavera y el azahar nos compensan ¿no?

Rosa Cáceres dijo...

Cathy, el mundo está convulso ahora mismo, quizás siempre lo estuvo y siempre lo estará.
Algo sé de tu país, de cómo las cosas sucedieron y suceden. Esperemos que las cosas se arreglen.
El poema lo improvisé, al menos en cuanto a las palabras, porque las ideas siempre las he tenido en ese sentido.
Me rechinan los dientes de rabia cuando veo a tanto personajillo, sin valía alguna, llevarse los millones por la cara bonita, por dar escándalos sexuales, por alguna cosa que incluso es deleznable moralmente, pero que lo hace inmensamente famoso y popular.
Hay en televisión una ralea de "tertulianos" (así se llaman, y lo consideran una profesión) cuya misión consiste en difamar, insultar, lavantar falsos testimonios, gritarse ordinarieces...y viven como rajás, haciéndose los interesantes ante la nube de periodistas y de fotógrafos que los siguen...
Es repugnante. Y se les concede más atención que al científico que lucha por salvar vidas o a los que son honrados...
¡bah! Mejor que no siga, me eternizaría en el comentario.

Rosa Cáceres dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rosa Cáceres dijo...

El comentario suprimido he sido yo misma, que el de Cathy me había salido doble. jejeje

Rosa Cáceres dijo...

Luis, te comprendo perfectamente.
"Hay golpes en la vida, tan fuertes...¡Yo no sé!", decía César Vallejo en "Los heraldos negros".
Ese poema es tremendo, durísimos, descorazonador, el poeta llega a sospechar que Dios nos odia ("Golpes como del odio de Dios").
Pero Borges dice:
"dame, Señor, coraje y alegría
para escalar la cumbre de este día".

Algunas veces nos hundimos en la ciénaga del dolor, pero hay que pedir ese coraje, esa alegría, como el naúfrago pide a gritos una tabla de salvación.

Rosario Ruiz de Almodóvar Rivera dijo...

"Dame Señor la fuerza y el acierto,
para saber decir una alegre palábra"...
Rosa:
¡Cuántas palábras, cuántas frases dices, llenas de alegría, optimismo , ilusión , gracia. Siempre las adornas con cuadros, composiciones, dibujitos...
Y lo dices:
"Desde el centro del centro,
en donde habita el ALMA".
GRACIAS
Un abrazo fuerte Rosario

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

EN ESTE TRABAJO MANUAL, EN ESTA POESIA, TRASLUCES LA BELLEZA DE TU ALMA.
UN BESO DESDE VALENCIA.MONTSERRAT

Rosa Cáceres dijo...

Rosario, no sabes cuánto te agradezco tu cercana amistad desde la distancia.
En tus palabras creo comprender que sientes mis versos como tuyos, porque tus sentimientos son parejos a los que yo albergo en ese centro del centro que es la casa del alma.
Un abrazo, cálido y sincero.

Rosa Cáceres dijo...

Montserrat, tu comentario es halagador, lo estimo porque viene de tu generosidad, pero no quisiera que me envaneciera.
Todos debemos esforzarnos por acrecentar la belleza de nuestra alma, es algo que no se consigue con cremas, potingues, tratamientos caros o cirugía "dermoestética". Afortunadamente, añado, el alma, que es lo verdaderamente valioso del ser humano, puede ir haciéndose más bella día a día, aún en el declive de la edad, al revés que el cuerpo, que es el cascarón de esa yema. Y digo yo...a ver si se nos vuelve el alma tan dulce como una yema de confitería huuuummmmmmmm, soy más golosa que las moscas jajaja

Unknown dijo...

Hola Rosa, me ha encantado la belleza con la que has descrito tanta probreza en tantos corazones.
Un beso

Ruy dijo...

Palabras, palabras.
Periódicos, revistas
Blogs, Discos duros
y melindrosos discursos
están ahitos
y los oidos
no dan abasto.
Palabras sin caricias
caricias sin manos
todo a medias
nada acabado.

Sin permiso.Perdón.

Rosa Cáceres dijo...

Ruy, me maravilla tu poema, pones el dedo en la llaga...todos hablamos mucho, pero hacemos poco la mayoría de nosotros. de nada sirven las palabras al hambriento de pan, pero sí le sirven- y mucho- al habriento de alegría, que es otra hambre humana, de otra clase, pero hambre al fin y al cabo.

fonsilleda dijo...

Es muy fácil sí dejarse abatir y contagiar de lo que pasa. Y no lo es tanto, ir derramando una sonrisa o una palabra amable, una ayuda, un "vamos a solucionar esto"...
Los cuadros son como tus habilidosas manos que, apoyadas por un cerebro "clarito", nos transmiten lo que quieren.
Bicos

Rosa Cáceres dijo...

fonsilleda, a menudo una tiene que hacer un esfuerzo casi sobrehumano sobre su propia melancolía para aliviar la amargura de los demás. La verdad es que hace tanto bien una mano apoyada en el hombro en determinadas ocasiones, una frase opottuna, un rasgo de humor, algo que levante el ánimo...

Montserrat Sala dijo...

menuda poesia Rosa! Se me ha quedado el alma desnuda. sin nada que objetar, sin poder decir nada. que insensibles somos al dolor de los demás!!!! Un abrazo Rosa y sigue sacudiéndonos las conciencias. Lo necesitamos.

Rosa Cáceres dijo...

Montserrat Sala, yo creo que la conciencia la tenemos despierta, pero los recursos, la energía, el ánimo...
El espíritu está pronto, pero la carne es débil.
Y tanto que lo es. pero vamos a intentar sembrar de flores aunque sea nuestra minúscula parcelita.

Leticia dijo...

Yo también tengo algunos cuadros hechos por mi, con flores y hojas secas (reminiscencias de mi paso por Botánica durante la carrera, con prensa y herbario incluídos).

Rosa Cáceres dijo...

Leticia, mi hijo Javier (que es farmaceútico) también hizo un herbario magnífico, lo acompañamos a buscar plantas a muchos sitios...pero se lo robaron al catedrático, porque era extraordinario. Fue un disgusto, pero, en fin, se dedicó a la rama santiraria y hoy tiene su farmacia.