jueves, 18 de agosto de 2011

De sol a sol

De sol a sol van los días, deslizándose con pereza de lagarto adormecido por el calor...
Seguramente a la vuelta de tres meses estaré renegando del frío, pero ahora me toca quejarme del calor...¡qué cansera!

lunes, 15 de agosto de 2011

Praderas de posidonia

Las praderas de posidonia crecen alfombrando de verde el fondo del Mediterráneo.
Cuanto más abunda la posidonia mayor es la salud del mar. Hallar algunos de estos filamentos verdes flotando o en la orilla significa que la calidad de las aguas de esa playa es magnífica.
¡Ojalá la supiéramos cuidar! Pero los arrastreros la dañan sin remedio.
Ramón Gómez de La Serna en sus geniales GREGUERÍAS, esas metáforas más humorismo, decía que las que encontramos en la playa son los cabellos que se les caen a las sirenas al peinarse. Me parece una preciosa definición.
Claro que otras veces decía que el hallazgo obedecía a que el mar se estaba quedando calvo.
A mí me encanta el olor de la posidonia.
Antes se hacían colchones con ella, cuando ya estaba muy seca. Supongo que eran los colchones más marineros del mundo.

viernes, 12 de agosto de 2011

Hoy os presento a...

Hoy os presento a dos de mis hijos: Rosa y Juan Ignacio. A Rosa ya la conocéis, sobre todo los que hayan leído dos de mis novelas, "Buceadores" e "Isla Cueva Lobos", porque es uno de los personajes.
Ambos hacen signos para indicar en el código de los buceadores que todo va bien.
A Juan Ignacio no os lo había presentado, y menos con el equipo de buceo puesto. Pues nada (nunca mejor dicho, ya que nada bajo el agua en esta foto) aquí lo tenéis, y os saluda y todo.
Aquí se la está jugando, porque el pez es una tembladera, que suelta descargas eléctricas y ese mismo día se le tiró a la cara a uno de los buceadores del grupo y le hizo bastante daño.


Un detalle del fondo.
Y ahora se despiden Rosa y Juan.

lunes, 8 de agosto de 2011

Un premio en tierras de sierra y aceituneros

Esta es la cróniquilla de mi agradable experiencia como ganadora del 2º premio de narrativa Rodrigo Manrique, de Siles, Jaén.
Por la mañana, dimos un paseo por el pueblo y nos acercamos al lugar clave, pues iba a ser- según nos informaron unas amables vecinas- el escenario del evento literario al que habíamos acudido.
Desde el coche yo había hecho muchas fotos como esta que os muestro, de laderas montañosas sembradas de olivos. El paisaje jienense hace soñar.
También las escarpadas cumbres de la serranía impresionan.
Las calles de Siles conservan arcos como este, resto de la muralla y un aire señorial y recoleto a la vez.
El escenario a la luz del sol. Por la noche, con el torreón iluminado y la luna en el cielo, sobre él, presidiéndolo todo, os aseguro que constituía una estampa de ensueño.
Yo, que conozco exhaustivamente la obra de Jorge Manrique, estaba absolutamente en la gloria.
Bajo el sol su delicioso entorno de calles con casitas de fachadas floridas, hacía suponer la maravilla nocturna que vendría. No quedé defraudada, y menos al escuchar los acordes de música medieval que endulzaban la noche de los premios.


Una imagen del ágape para los escritores y acompañantes antes del evento. El ambiente, de lo más cordial.
Mi acompañante, mi marido, Javier. Para mí la mejor compañía imaginable. Además es mi chófer, jajaja, sin él a ver cómo iba yo a por los premios.
¡Preparados, listos, ya....! Los ocho premiados. Por orden de izquierda a derecha, 1º premio y sucesivos. Nuestros manuscritos en la mano para la lectura.
Mi turno de intervención. La luz que iluminaba el atril me cegaba con respecto al auditorio. Digamos que estaba sola con mi texto; “Un Cyrano cualquiera”, cuyo argumento se centra en un joven con una grave deficiencia física que, enamorado de una muchacha llamada Elisa, sin posibilidades de ser correspondido, acepta poner sus dotes para la palabra escrita al servicio de las pretensiones de su amigo Mario, que logra así conquistarla. El protagonista se presta a esa estrategia (como hizo Cyrano de Bergerac) porque siente que enamorar a Elisa con palabras emanadas de su corazón es el único triunfo al que puede aspirar.
El señor que está en primer término es un Concejal que hizo una semblanza de don Rodrigo Manrique y de la infancia de su hijo Jorge Manrique, el genial autor de las "Coplas por la muerte de su padre", transcurrida en esa casa, con juegos en aquella plaza. Me encantó oírlo, me emocionó hallarme en un lugar con tanta historia.
Al fondo estoy yo. Era el maremagnum tras acabar el acto de entrega de premios.
Posando todos con el Alcalde, que aparece en la imagen a mi derecha, izquierda de la foto.
Con el 2º premio de poesía, que venía de Cádiz.
Al día siguiente. El dueño del hotel, don Santiago Cruz, nos mostró las instalaciones, las espléndidas terrazas, y nos hizo algunas fotos.
Como ésta.
Aquí estoy conversando con don Santiago Cruz, que nos ponderó la excelente gastroinomía de su Restaurante (doy fe de que no exageraba) con una simpatía arrolladora. Me hizo firmar en el Libro de Honor del establecimiento.


¿Habíais visto alguna vez esta señal de tráfico? Por los alrededores del Río Mundo abundaba.
No pude resistirme a fotografiar varias de ellas jajaja...¡Mira que si te sale un sapo saltarín por la carretera!

Se me olvidaba esta imagen del restaurante del Hotel Cruz.

Aquí estoy en Ríopar, en el camino de vuelta.
Y con esta imagen despido esta entrada. Ya veis, quería compartir con vosotros la alegría de estos dos días en tierras de Jaén.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Una exposición de Conchita Sánchez Lorente

Durante todo el verano está vigente la exposición de pintura de Conchita Sánchez Lorente, en la Calle Mayor en el Puerto de Mazarrón.
Conchita es una nostálgica de los paisajes mazarroneros cuando aun permanecían vírgenes e incontaminados por el aluvión turístico.
Le seducen los paisajes de mar con olas rompientes.
Y la estética de los años cuarenta y cincuenta.
Los personajes característicos de los veranos de tiempos ya pasados, como este chambilero con su carrito de helados artesanales.
O estos viejos que han comprado en la desaparecida tienda de comestibles de Juan Vivancos, como se puede leer en la capaza.
El atardecer en La Azohía es esguramente el inspirador de algunos de sus versos, porque Conchita escribe poesía y la recita especialmente bien.
Otra playa a la misma hora del atardecer. El mar se torna dorado por el reflejo del sol poniente.
Un patio de una amiga suya, lleno de flores.
Porque a Concha le encantan las flores, en patios, en ventanas, en balcones...
Y en jarrones.
Es una mujer andarina, de largas caminatas en solitario, a solas con sus pensamientos y la Naturaleza. Alguna que otra vez pasa por mi casa, aunque esté cerrada, entra al porche y se sienta en un banco, quita las hojas secas de mis macetas...Si estoy, suele llamar y rápidamente nos saluda apenas y nos deja un ramo de flores silvestres.

Alicia en el país de las maravillas es uno de sus temas más repetidos. Yo subo aquí tan solo uno de sus cuadros sobre ella.
En la Galerica (dos peñascos en mitad del mar en el Puerto de Mazarrón, hay una luz desde hace unos años, para evitar que algún barco se estrelle en las rocas. La verdad es que la ha puesto sobre un soporte de cemento feísimo, que no creo que le guste a ninguno de los que teníamos La Galerica como un referente paisajístico sentimental. Tal vez por eso Concha, que adora esa estética de los cuarenta, imagina a la Betty Boo como una especie de Coloso de Rodas sosteniendo la luz sobre esas dos queridas peñas, bajo una luna sonriente y amable de verano.
Si os fijáis, veréis que a la izquierda hay un texto: Concha cuenta la leyenda (que ella inventa) de una bella sirena de las playas de Mazarrón.
¿Bella, verdad?
Esta "casa colorá", la tengo yo pintada en un ladrillo, fue un regalo que Concha me hizo el dia de la presentación de mi novela "El Emboscado", este invierno, en la Universidad Popular de Mazarrón, en que actuó ella de presentadora.
Y una escena playera con dos bañistas jugando con el agua.
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Me enorgullezco de tal amiga.

martes, 2 de agosto de 2011

Dentro de la nebulosa imaginación

¿Será posible? Me han salido las fotos como si las hubiera hecho un día de niebla jajaja
Pues de niebla, nada de nada; sol cegador y quemante.
Será porque yo vivo perpetuamente dentro de la nebulosa de la imaginación.
*
Aquí estoy en una playa de Percheles, en Mazarrón, a las 12:30 del mediodía. Un paraíso terrenal sin más presencia humana que la de nosotros dos.
Y ahora sin nadie. Preciosa ¿verdad? Las montañas que rodean toda la franja costera de Mazarrón hacen soñar.

Quiero anunciaros que he ganado un premio literario, el segundo en realidad, pero para mí es una gran satisfacción.
Se trata del Premio de Narrativa Rodrigo Manrique, de Siles, en Jaén.
Lo recojo este sábado día 6, a las diez de la noche.
Ya hemos tomado hotel allí.
Sé que os alegraréis conmigo, por eso comparto la noticia.
Mi relato premiado se titula "Un Cyrano cualquiera"; trata de un estudiante universitario, aquejado de un defecto genético que lo acompleja enormemente; el muchacho está perdidamente enamorado de una compañera, pero guarda su amor en secreto mientras que se brinda a prestar sus palabras y su imaginación a un amigo de la infancia, de aspecto encantador pero poco dotado intelectualmente. La tesis del relato es que por fas o nefás el mundo está lleno de Cyranos.