lunes, 7 de junio de 2010

La furia del mar, poema repentizado igual que siempre

Hay veces en que el mar
se vuelve furia,
y rompe airado y bravo,
como un fiero dios,
contra las rocas.

Y la playa que era antes
oasis, calma,
se vuelve inhóspita región,
le crecen sombras
que quitan calidez a las arenas,
dejándole una alfombra
de veras heladora.



Ruge y nos grita el mar...
ruge la vida,
nos ensordece
con su voz más bronca...
Y el miedo nace
como una cizaña
que cubre el alma
y la invade toda.


Y entonces,
con dolor,
con el tormento,
es cuando más la paz
el alma añora.
Esos días azules,
esa calma
de olas que cantan
suavemente,
y acompañan.

18 comentarios:

Cayetano dijo...

Donde esté una buena galerna,
con barcos zozobrando
y olas encrespadas azotando
furiosas los acantilados
y el viento bramando por doquier.
"Donde espumoso el mar siciliano"
golpee airado con denodada furia
la casa del herrero cojo y burlado...
que se quite ese mar de agencias de viaje,
con playitas tranquilas y demás.
¿No?

Rosa Cáceres dijo...

El jueves se desató una galerna en Mazarrón y estuvo a punto de hundirse el barco de mi hija, el viento se llevó todo cuanto había en cubierta, cosas que pasaban mucho, arrancó el ancla, hizo un enredo con el cabo y el barco quedó en mitad de un remolino que amenazaba tragárselo. Los rayos caían alrededor y los pasajeros, sin darse cuenta del peligro, se lo pasaron bomba, mientras la tripulación bregaba con el ancla, los cabos y el timón. Mi hija, al timón, pudo sacar el barco de la cercanía de las rocas, gritándoles a los pasajeros que no se agarraran a los mástiles ni a los cabos de acero...se hubieran electrocutado si les cae un rayo.
En fin, una odisea. Menos mal que son buenos marinos, si no...

Arantza G. dijo...

Bello pero igual de peligroso...
Un beso

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

QUE GRAN CAPITANA ES TU HIJA.

SUPO DOMINAR LA SAITUACIÓN CON ENTEREZA.

A VECES EL MAR DA SUSTOS.

BESICOS, Montserrat

María Bote dijo...

Aunque repentizado, no por eso menos bello, el texto y las imágenes.
Besos. María.

Merche González dijo...

El mar no da tregua, yo le tengo mucho respeto. Si llego a estar en el barco de tu hija me quedo sin aire y me ahogo del susto.

Besos

Rosa Cáceres dijo...

Arantza, el peligro está por doquier.
Espero que tú estés bien.
Un abrazo

Rosa Cáceres dijo...

Montserrat, yo ignoraba los peligros de la navegación nocturna. Así es que además, con un temporal así...Ella lo cuenta siempre cuando ya han pasado unos días, a fin de no asustar. También contó otra cosa que se me pusieron los pelos como escarpias. Pero ya pasado.
Yo sigo plasta total.
Un besico.

Rosa Cáceres dijo...

María Bote, acababa de venir del instituto, disgustada, porque han suspendido otra vez un montón de alumnos de letras - ¡Quién diría que son de letras!- y les voy a dar esta semana la última oportunidad. Si no aprueban, van a septiembre. Yo creo que pongo los exámenes fáciles, no me explico algunos cómo ponen los disparates que ponen.
Así que repentizo mientras hago la comida, a saltos.

Rosa Cáceres dijo...

Mercedes, yo tampoco serviría, con decirte que cuando hay mucha profundidad y el mar se ve casi negro me da miedo, ya te lo he dicho todo. No soy nada atrevida, aunque nado bien prefiero no arriesgar.

Cabopá dijo...

¡Cúanto me alegro de verte!
con el mar de fondo
y con tus repentes...
Preciosas foticos y mejores versos
Sí,señora de Oriola,maestra de las letras y de lo que te pongas...
Besicos.

emejota dijo...

Tarde, por circunstancias, pero ya estoy aquí. Hay que ver qué terribles son los temporales en levante, más quizás porque en el mediterraneo como que no se consideran tan fuertes como en la cornisa cantábrica. Lo se por experiencia. ¡Que artista y valiente tu niña! Dí que sí, presume que para eso estamos. Un abrazo fuerte.

MAYTE dijo...

Precioso poema, acompañado de unas bellas imágenes.

Besos.

Pilar Martín Gumiel dijo...

hola Rosa, que bonitas cosas dices sobre el mar, es el mar que nos queda tan cerca a ti y a mi pero que nos separa. Un beso

Rosa Cáceres dijo...

cabopá, si me ves aquí es por lo que me animaste en tu comentario anterior, pero sigo medio indecisa y en un equilibrio inestable con respecto a todo. Es como si hubiera salido de mí misma para volver sin encontrar sentido a nada de lo que hago. Será el fin de curso, pero se me han quitado las ganas de reírme.

Rosa Cáceres dijo...

emejota, el Mediterráneo es según tú misma dices más que peligroso, aunque los que lo conocen bien no lo ignoran.
Yo ya no tengo más remedio que olvidarme del asunto, porque si no me moriría de miedo. Ella siempre, desde los catorce años optó por el mar. Estudió Biolegía Marina, luego Ciencias del Mar, se hizo Buceadora, Instructora, instructotra de instructores, marinero de puente, técnico en navegación y pesca, capitán de la Marina Mercante...qué sé yo...Ahora se está doctorando.
Su pareja es también buceador. Guía de buceo. Navega en otro barco, que tiene punto de amarre en Cartagena.
La mar salá........

Rosa Cáceres dijo...

MAYTE, muchas gracias. Yo creo que mi poema repentizado entre mi chizcón del ordenador y la cocina, corriendo a cada verso por el pasillo, recién llegada de clase, con médico en Murcia a primera hora de la tarde no puede ser bueno. Es un trasunto de mi desánimo actual, que conecta más con las olas que con la calma.

Rosa Cáceres dijo...

Campanilla, el mar está en la sangre de todos los mediterráneos, es inevitable, casi la primera experiencia que se recuerda. Creo que una de mis primeras fotos (antes no se hacían tantas como ahora) es una en la playa. Parece ser que me sentaron con un montón de arena detrás de la espalda para que me pudiera sostener.