sábado, 23 de mayo de 2009

HERRAJES Y ALDABAS

Una de las cosas que me fascinan- y que procuro fotografiar cuando las descubro- son los herrajes y las aldabas primorosamente trabajadas.
Estas fotos son algunas de las que he hecho por diversos lugares.


Lo que más me admira es comprobar de qué forma tan absolutamente única y original se forjaba cada uno de estos elementos, hasta conferirles una categoría artística que excedía con mucho lo meramente funcional.
De esta manera, un aldabón no servía tan sólo para dar aldabonazos, sino para embellecer una puerta y dotarla de un estilo muy especial.


Y un herraje podía convertirse en una especie de botón mágico, o sol en miniatura, o margarita metálica, según los ojos que lo contemplaran y la interpretación que el observador en cuestión le diera.

¿Rugiría este león al golpear el metal sobre la puerta de esta casa del Puerto de Mazarrón?
¿No es infinitamente más hermoso que el prosaico timbre que hace las veces de llamador en las casas actuales?
La carcomidad y deslustrada madera de la casa abandonada me produce nostalgia melancólica de ese reposado culto a la belleza, que ya casi nadie cultiva.
Por eso me produce alegría descubrir figuras y rostros de seres fantásticos en las aldabas.

Un cielo de estrellas de ocho puntas como el de las puertas de la catedral de Orihuela es una obra de arte en el ámbito de los herrajes. Un ser fabuloso adelanta sus brazos que sostienen una bola de bronce y hace de aldabón.





12 comentarios:

Trini Reina dijo...

Pues sí que son bellas las aldabas, lástima que ahora se usen tan poco, ya ni en los pueblos, al ser sustituidas por los sosos timbres.

Hace poco en un pueblo de la sierra de Aracena, fotografié una puerta cuya aldaba era un pájaro carpintero.

Grcias por tu visita y tus palabras.

Saludos

Rosa Cáceres dijo...

Trini, me encantaría conocer los pueblos de la sierra de Aracena, y si por casialidad diera con el que tiene esa casa con aldabón de pájaro carpintero, lo consideraría un don tuyo, por haberlo mencionado ¿No le hiciste ninguna foto?

Cabopá dijo...

Son particularmente bellas las aldabas, las puertas, que daban distinción y diferencia de status social en las casas de aquellas épocas; igual que las mirillas en algunos puertas de pisos en el viejo y clásico Madrid de barrios como Argüelles,Salamanca y otros...o las cajas de los ascensores de forja.Aldaba es una palabra que me gusta, está entre las que empiezan por:"al" qué alguún día colgaré.Te acabo de mandar lo que me pedías.Son las 10.30h del domingo.Besicos.

Sarashina dijo...

Pues compartimos la manía, por llamarle de algún modo, aunque yo también tengo costumbre de fotografiar puertas, por eso de que es la cara de los que viven dentro, su presentación, y porque delatan el estilo de cada barrio y de cada ciudad. De aldabas tengo un montón de fotos, algunas curiosas.

Arantza G. dijo...

Preciosa entrada.
Me ha recordado la puerta de la casa de mis abuelos; era grandota y tenía una aldaba que a mí se me antojaba gigante.
Un beso lleno de cariño.

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Gracias por tu visita a mi espacio, y por tu amable comentario.

Me encantan las puertas (y también todo lo que las embellece), por lo que he disfrutado con este post.

En Salamanca, mi tierra, muchas puertas tienen como tirador exterior el botón charro.

Te sigo para no perder tu interesante espacio.

Un beso.

Soledad.

Rosa Cáceres dijo...

Cabopá, en mi caserón murciano, de la calle Simón García, donde nací, las puertas eran de caoba y llenas de aldabas por dentro. El llamador era un picaporte de mano cerrada sobre una bola. Cuando te encerrabas, con aquellas albdabas dieciochescas, te creías en un castillo.
En El puerto de Mazarrón la casa de veraneo tiene vigas de pino del Canadá, labradas, puertas de dos hojas, techos tan altos como lo de una iglesia...la llave de la casa parece la de San Pedro...quizás por eso me encantan estas cosas.

Rosa Cáceres dijo...

Clares, ya pondré las fotos de puertas de pescadores, con sus estrellas de mar y eso. Son los lobos de mar mazarroneros, todos unos románticos empedernidos, pese a su aspecto rudo.
Me seducen las puertas que hay porn el norte de España, con un cardo clavado para adornarlas, y las de arco, con sus dovelas gigantescas. Somos muchos los amantes de la belleza. Afortunadamente.

Rosa Cáceres dijo...

Arantza, hay que contar estas cosas, la casa de tus abuelos, cómo era, qué clase de vida propiciaban esas vivviendas, en las que cabían todos los de la familia, en las que uno encontraba acogimiento y un calor de hogar que hoy en día se echa de menos, con las prisas y las tareas, que dejan las casas vacías horas y horas...Me gusta soñar otro tiempo, que no he vivido quizás. Uno de mis relatos publicados -"memorias de lo imaginado"- trata del tema de los recuerdos sobre experiencias que realmente no se han tenido.

Rosa Cáceres dijo...

Soledad, no sabes cuánto te agradezco tu visita. He de hacerme seguidora tuya, públicamente, porque de facto ya lo soy. Lo que pasa es que me lío con estas cosas, pero todo se andará.
Tu blog me parece interesantísimo, de gran altura intelectual. Esta mañana he disfrutado un ratito visitándolo, pero no tenía tiempo disponible. Poco a poco iré conociéndolo mejor.

~¿si él=Sol, io=Andròmeda?~ dijo...

♦^^¡Preciosos! ¡Gracias por la muestra artística! ¡Ojalá paseis buenas! Att. vuestra: Odi^^♣

Rosa Cáceres dijo...

-si el sol, con ese nombre tan complicado, perdona que no lo escriba entero. Muchas gracias.